4/02/2021, 22:23
(Última modificación: 4/02/2021, 22:25 por Akamatsu Nao. Editado 1 vez en total.)
Era la hora acordad, pero pese a todo parecía que Nao había sido de los primeros en llegar. «Y ahora resulta que para llegar tarde, me tengo que esforzar un poquito más.» Suspiró para sus adentros mientras se acercaba a la entrada de la aldea.
Nao volteó a ver a los lados, y notó que había alguien más acercándose. Ese alguien era de cabello negro y corto, pero venía con un paso algo lento que le daban ganas de ir a halarle del brazo para que se diese prisa que el cliente parecía ya debería tener su tiempo esperando. Pero él no era de esos arrebatos, sino que se acercó trotando hasta la persona para llamar su atención.
—Buenos días — Hizo una reverencia leve amparado por la cubierta de su paraguas, tratando de no perder los modales en ningún momento. —¿Es usted Himura Ren? — No veía chaleco táctico, ni mucho menos la placa de chūnin, por lo que obviamente no se trataba del líder de misión, el mentado Umikiba Kaido. —Mi nombre es Akamatsu Nao, creo que hemos sido asignados como compañeros en esta misión — Añadió.
Al fondo de donde ellos estaban, estaba esperando un carruaje negro tirado por dos caballos. El cochero estaba cuidando de los animales mientras un hombre bien vestido esperaba con un paraguas bajo la incesante lluvia. En cuanto vio a los dos jóvenes, el galante caballero se acercó a paso parsimonioso hasta dónde se hallaban.
—Oh, shinobis, shinobis. Justo a tiempo, los he estado esperando —. Comentó el caballero, quién además de sus formales ropas, tenía un sombrero de copa y un simpático bigote en color gris al igual que sus cabellos. —Tengo mi carruaje listo para partir. Sé que es más lento que los trenes, pero para la corta distancia que hay entre la aldea y Shinogi-To prefiero hacerlo a la antigua, pues lo encuentro más relajado que el traqueteo de los rieles —. Acarició su mentón, como si hubiese recordado algo de pronto. —¿No falta uno? Que se me indicó que serían tres personas.
¿Dónde estaba Umikiba Kaido?
Nao volteó a ver a los lados, y notó que había alguien más acercándose. Ese alguien era de cabello negro y corto, pero venía con un paso algo lento que le daban ganas de ir a halarle del brazo para que se diese prisa que el cliente parecía ya debería tener su tiempo esperando. Pero él no era de esos arrebatos, sino que se acercó trotando hasta la persona para llamar su atención.
—Buenos días — Hizo una reverencia leve amparado por la cubierta de su paraguas, tratando de no perder los modales en ningún momento. —¿Es usted Himura Ren? — No veía chaleco táctico, ni mucho menos la placa de chūnin, por lo que obviamente no se trataba del líder de misión, el mentado Umikiba Kaido. —Mi nombre es Akamatsu Nao, creo que hemos sido asignados como compañeros en esta misión — Añadió.
Al fondo de donde ellos estaban, estaba esperando un carruaje negro tirado por dos caballos. El cochero estaba cuidando de los animales mientras un hombre bien vestido esperaba con un paraguas bajo la incesante lluvia. En cuanto vio a los dos jóvenes, el galante caballero se acercó a paso parsimonioso hasta dónde se hallaban.
—Oh, shinobis, shinobis. Justo a tiempo, los he estado esperando —. Comentó el caballero, quién además de sus formales ropas, tenía un sombrero de copa y un simpático bigote en color gris al igual que sus cabellos. —Tengo mi carruaje listo para partir. Sé que es más lento que los trenes, pero para la corta distancia que hay entre la aldea y Shinogi-To prefiero hacerlo a la antigua, pues lo encuentro más relajado que el traqueteo de los rieles —. Acarició su mentón, como si hubiese recordado algo de pronto. —¿No falta uno? Que se me indicó que serían tres personas.
¿Dónde estaba Umikiba Kaido?