6/04/2021, 21:24
Todo el evento estaba transcurriendo en la normalidad. Algunos periodistas parecían querer acercarse, pero una mujer rubia de pelo corto que parecía actuar de guardia de seguridad se interponía entre el personal y la tarima improvisada frente al edificio. El hombre del traje en esos momentos se disponía a cortar la cinta que daría por inaugurado el sitio, siendo que recibió de las manos de la fémina de vestido negro unas tijeras para cortar el cordón rojo. El filo se acercó lentamente y justo cuando iba a cortar, todo se fue al demonio.
En medio de la expectativa, nadie lo vino venir, pero sendas bombas de humo negro estallaron de entre en medio de la muchedumbre sin darle tiempo a nadie de prevenirse de ello. Los pocos que gritaban luego se atoraban en medio y de la tos y no era posible moverse siendo que fácilmente podías chocarte con alguien ahí en medio.
«¡¿Pero qué está pasando en medio de todo esto?!» Dijo mientras en vano trataba de taparse la boca, aunque claramente ya había respirado el humo. Sentía de paso cómo alguien le empujaba en medio de gritos de personas aterrorizadas que intentaba huir.
Datsue pasaría por lo mismo, gente muy alterada que simplemente no podía contener el pánico pese a no poder ver y algunos chocarían con él.
«El humo estalló desde la multitud, estaban infiltrado para hacer esto, maldición.»
Pero más pronto que tarde lograrían escuchar el ruido de un fuerte viento golpeando algo, seguido del sonido de madera romperse, siendo que sólo había una cosa hecha de ese material ahí: La tarima. «¿Querían atacar a ese tal Konda?» Pero la respuesta, no tardaría en llegar.
—¡Yoooooooooh! ¡Hola gente bonita! — Dijo una voz alegre, que parecía provenir desde atrás de dónde se estaba realizando todo el evento. —Interrumpimos este evento especial para poder pegarle una paliza al estimado caballero de Konda —. Dijo muy alegre la voz.
Una voz, que por laguna razón a Datsue le sonaría familiar de algún lado.
Por su lado, si tan sólo pudiera abrir los ojos, Nao hubiese alzado una ceja. «Joder, y yo que creía que nada interesante pasaría, aunque esta no es la posición en la que esperaba estar.»
En medio de la expectativa, nadie lo vino venir, pero sendas bombas de humo negro estallaron de entre en medio de la muchedumbre sin darle tiempo a nadie de prevenirse de ello. Los pocos que gritaban luego se atoraban en medio y de la tos y no era posible moverse siendo que fácilmente podías chocarte con alguien ahí en medio.
«¡¿Pero qué está pasando en medio de todo esto?!» Dijo mientras en vano trataba de taparse la boca, aunque claramente ya había respirado el humo. Sentía de paso cómo alguien le empujaba en medio de gritos de personas aterrorizadas que intentaba huir.
Datsue pasaría por lo mismo, gente muy alterada que simplemente no podía contener el pánico pese a no poder ver y algunos chocarían con él.
«El humo estalló desde la multitud, estaban infiltrado para hacer esto, maldición.»
Pero más pronto que tarde lograrían escuchar el ruido de un fuerte viento golpeando algo, seguido del sonido de madera romperse, siendo que sólo había una cosa hecha de ese material ahí: La tarima. «¿Querían atacar a ese tal Konda?» Pero la respuesta, no tardaría en llegar.
—¡Yoooooooooh! ¡Hola gente bonita! — Dijo una voz alegre, que parecía provenir desde atrás de dónde se estaba realizando todo el evento. —Interrumpimos este evento especial para poder pegarle una paliza al estimado caballero de Konda —. Dijo muy alegre la voz.
Una voz, que por laguna razón a Datsue le sonaría familiar de algún lado.
Por su lado, si tan sólo pudiera abrir los ojos, Nao hubiese alzado una ceja. «Joder, y yo que creía que nada interesante pasaría, aunque esta no es la posición en la que esperaba estar.»