8/04/2021, 02:11
El otro muchacho rápidamente intento echarle el muerto encima con la información de que se trataba de un exiliado de otra villa. «¿No me van a dejar irme sin más, eh?» Suspiró. No entendía en que momento pasó de observador a parte de la cuadrilla. Lo que sí, era que el otro chico le sacaba sin duda bastante carrera por delante si es que se había tenido la confianza para involucrarse en el altercado con esos dos mastodontes. Como fuese, él quería una buena historia de aventura, como para estarse quejando ahora de lo excesivamente inmersiva que iba a ser su experiencia ahora.
—No es que me importe mucho el dinero, aunque admito que si se trata de un exiliado de la Lluvia supongo ha de estar en mi jurisdicción tratar en este asunto... Aunque tampoco sé si es buena idea dejarlo en manos de alguien un tanto novato como yo—. Se acomodó el fleco. —Permítanme presentarme como es debido, soy Akamatsu Nao — Hizo una perfecta reverencia formal para presentarse.
Aún no se hacía a la idea de trabajar en equipo con alguien que no conocía de nada. Y menos, si se trataba de alguien de otra villa por lo que alcanzó a escuchar de la conversación antes de que el tipo de la guadaña llegara a interrogarlo. Una vez que se irguió de nuevo, se dirigió a Datsue puesto que él era quién lucía más interesado en su ayuda.
—He de advertir, que no soy un buen combatiente en lo absoluto. Pero si creen que puedo ser de utilidad en algo, díganme que se les ofrece y veré que puedo hacer —. Metió las manos en los bolsillos de su pantalón.
—No es que me importe mucho el dinero, aunque admito que si se trata de un exiliado de la Lluvia supongo ha de estar en mi jurisdicción tratar en este asunto... Aunque tampoco sé si es buena idea dejarlo en manos de alguien un tanto novato como yo—. Se acomodó el fleco. —Permítanme presentarme como es debido, soy Akamatsu Nao — Hizo una perfecta reverencia formal para presentarse.
Aún no se hacía a la idea de trabajar en equipo con alguien que no conocía de nada. Y menos, si se trataba de alguien de otra villa por lo que alcanzó a escuchar de la conversación antes de que el tipo de la guadaña llegara a interrogarlo. Una vez que se irguió de nuevo, se dirigió a Datsue puesto que él era quién lucía más interesado en su ayuda.
—He de advertir, que no soy un buen combatiente en lo absoluto. Pero si creen que puedo ser de utilidad en algo, díganme que se les ofrece y veré que puedo hacer —. Metió las manos en los bolsillos de su pantalón.