8/04/2021, 20:17
(Última modificación: 9/04/2021, 05:12 por Akamatsu Nao. Editado 1 vez en total.)
Konda observaba la escena, también curioso. Quizá no se había esperado que los jovenzuelos trabajaran tan rápido en el asunto. Como fuese, asintió levemente ante la petición de Datsue y se llevó la mano a su bolsillo para sacar un papelito impreso que le extendió al jōnin mientras mantenía su sonrisa tranquila.
—Aquí tienen mi tarjeta. Esta es la dirección de la oficina de mi sucursal minera en esta ciudad. Cuando deseen verme, hablen con mi secretaria. Le informaré sobre ustedes para que luego puedan hablar directamente conmigo —. Esperaría a qe la tomase para poder volver a poner sus brazos tras la espalda. —En realidad no planeaba quedarme mucho tiempo en la ciudad más allá de la inauguración... Pero visto lo visto, moverme de aquí con el riesgo de ser emboscado en cualquier momento del viaje no es un riesgo que me gustaría tomar— Volteó a ver a los que se estaban agolpando en la zona. —He de retirarme. Debo ayudar a Kokona con toda la burocracia de los medios y las autoridades locales. Con su permiso —. Hizo una breve reverencia y se volteó para caminar hasta donde se amontonaba la gente.
Nao por su lado esperaba realmente hallar algo. Ocho ratones eran muy pocos para peinar toda la capital, por lo que no pensaba en obtener resultados en un tiempo demasiado corto. «Y sigo sin saber como me han metido en esto.» Suspiró, volvió a meterse el pincel a la boca y miró a Datsue. ¿Se suponía que debían seguir colaborando juntos en esto?
—Si le soy franco, aunque me explicó el asunto no sé qué sucede— «Y el cómo estoy involucrado.» —¿Y ahora qué se supone hagamos al esperar? — Todo ese asunto le tomó por sorpresa, y ciertamente, en su inexperiencia, no sabía como reaccionar. Fue muy repentino el hecho de que se le apareciese otro ninja a pedir ayuda.
—Aquí tienen mi tarjeta. Esta es la dirección de la oficina de mi sucursal minera en esta ciudad. Cuando deseen verme, hablen con mi secretaria. Le informaré sobre ustedes para que luego puedan hablar directamente conmigo —. Esperaría a qe la tomase para poder volver a poner sus brazos tras la espalda. —En realidad no planeaba quedarme mucho tiempo en la ciudad más allá de la inauguración... Pero visto lo visto, moverme de aquí con el riesgo de ser emboscado en cualquier momento del viaje no es un riesgo que me gustaría tomar— Volteó a ver a los que se estaban agolpando en la zona. —He de retirarme. Debo ayudar a Kokona con toda la burocracia de los medios y las autoridades locales. Con su permiso —. Hizo una breve reverencia y se volteó para caminar hasta donde se amontonaba la gente.
Nao por su lado esperaba realmente hallar algo. Ocho ratones eran muy pocos para peinar toda la capital, por lo que no pensaba en obtener resultados en un tiempo demasiado corto. «Y sigo sin saber como me han metido en esto.» Suspiró, volvió a meterse el pincel a la boca y miró a Datsue. ¿Se suponía que debían seguir colaborando juntos en esto?
—Si le soy franco, aunque me explicó el asunto no sé qué sucede— «Y el cómo estoy involucrado.» —¿Y ahora qué se supone hagamos al esperar? — Todo ese asunto le tomó por sorpresa, y ciertamente, en su inexperiencia, no sabía como reaccionar. Fue muy repentino el hecho de que se le apareciese otro ninja a pedir ayuda.