18/06/2021, 21:17
(Última modificación: 18/06/2021, 21:21 por Eikyuu Juro. Editado 4 veces en total.)
Juro no hizo más que asentir conforme Ayame iba añadiendo más y más información para describir aquella curiosa técnica que había imaginado. Al finalizar, el marionetista abrió los ojos como platos, al comprender un poco más su funcionamiento. Diablos. Se habría inclinado ante ella por aquella genialidad, pero prefería no volver a generar situaciones que dieran a malentendidos.
— Entonces ella puede moverse a voluntad en una forma u otra y... ¿Incluso conserva sus recuerdos después de la técnica? — apuntó Juro, aún sin poder creerlo —. ¡Es increíble, Ayame! Puede que no sea la libertad, pero es mucho más de lo que habría imaginado que pudiera ser posible.
Sintió una punzada de remordimiento, en algún lugar de su conciencia. Sí, puede que Chōmei no se pronunciara al respecto, pero se sintió un Jinchūriki horrible. ¿Cómo no había pensado en tratar de inventar alguna técnica así? En el exilio había tenido tiempo para pensar. Mucho, de hecho. Le debía mucho al bijuu y sin embargo, no había pensado en tratar de alcanzar su libertad por medio del ninjutsu.
En fin, simplemente había gente mucho más talentosa que otra. Eso era un hecho.
— Si estas compartiendo el secreto de esta técnica conmigo, eso significa que... ¿estas dispuesta a enseñarme a utilizarla? — dijo Juro, casi con algo de vergüenza. Nunca imaginó que se encontraría pidiéndole técnicas a una ninja de una aldea ajena. Su orgullo nunca se lo habría permitido. Pero ahora... la cosa era diferente. Juro juntó ambas manos en una petición —. Normalmente nunca pediría algo así a alguien ni querría abusar de tu bondad, pero... bueno, Chōmei merece volar libre. Libro de verdad, aunque sea algo momentáneo.
— Entonces ella puede moverse a voluntad en una forma u otra y... ¿Incluso conserva sus recuerdos después de la técnica? — apuntó Juro, aún sin poder creerlo —. ¡Es increíble, Ayame! Puede que no sea la libertad, pero es mucho más de lo que habría imaginado que pudiera ser posible.
Sintió una punzada de remordimiento, en algún lugar de su conciencia. Sí, puede que Chōmei no se pronunciara al respecto, pero se sintió un Jinchūriki horrible. ¿Cómo no había pensado en tratar de inventar alguna técnica así? En el exilio había tenido tiempo para pensar. Mucho, de hecho. Le debía mucho al bijuu y sin embargo, no había pensado en tratar de alcanzar su libertad por medio del ninjutsu.
En fin, simplemente había gente mucho más talentosa que otra. Eso era un hecho.
— Si estas compartiendo el secreto de esta técnica conmigo, eso significa que... ¿estas dispuesta a enseñarme a utilizarla? — dijo Juro, casi con algo de vergüenza. Nunca imaginó que se encontraría pidiéndole técnicas a una ninja de una aldea ajena. Su orgullo nunca se lo habría permitido. Pero ahora... la cosa era diferente. Juro juntó ambas manos en una petición —. Normalmente nunca pediría algo así a alguien ni querría abusar de tu bondad, pero... bueno, Chōmei merece volar libre. Libro de verdad, aunque sea algo momentáneo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60