25/06/2021, 16:48
Ayame se mostró avergonzada ante los elogios. Por su aparente incomodidad, Juro pudo intuir que no estaba muy acostumbrada a recibirlos, o que no quería que se le subieran demasiado a la cabeza. De cualquier manera, la entendía. Él siempre había pasado desapercibido hasta el momento en que se había convertido en el Jinchūriki de la villa. Tras ello, el peso de las expectativas que habían puesto sobre él había sido abrumador: estaba seguro de que le habría aplastado si la cosa hubiera continuado por aquel camino.
—Creía que nunca me lo pedirías. Era mi intención desde el principio, por eso Datsue y tú entrabais dentro del plan "Liberar a los Bijū". Pero antes debía asegurarme de en qué términos estabais...¡ Y por eso también estaba deseando poder hablar contigo.
Juro no pudo evitar sonreír. Al parecer, había sido el último de los tres en enterarse de la existencia de una técnica así. Había pasado un año escondido de la civilización, así que no le extrañaba. De cualquier manera, se alegraba de que Ayame hubiera tomado la iniciativa de algo así.
« Puede que Kusagakure se haya estancado en la historia, pero me reconforta saber que las cosas están avanzando »
— Si, tiene sentido, una técnica así solo debe hacerse bajo las circunstancias en las que nos encontramos ahora. Desde luego, ha sido un verdadero golpe de suerte que nos hayamos cruzado — El marionetista no pudo evitar pensar que lo único que había hecho durante la conversación era agradecerle cosas a la kunoichi. Para no volver a incomodarla, trató de cambiar de tema —. Por lo del sello, deduzco que ya has tenido la oportunidad de hablar con Datsue, ¿verdad? ¿También ha roto las cadenas?
A pesar del viaje, el joven se sentía lleno de vitalidad. La premisa de un entrenamiento, el aprendizaje de algo nuevo y útil, los sentimientos de bijuu y Jinchūriki juntos en un mismo deseo... todo aquello le traía recuerdos del pasado.
— ¡Pienso esforzarme al máximo para aprender la técnica! No puedo quedarme de brazos cruzados ni un segundo teniendo esta oportunidad. ¿Por donde empezamos?
—Creía que nunca me lo pedirías. Era mi intención desde el principio, por eso Datsue y tú entrabais dentro del plan "Liberar a los Bijū". Pero antes debía asegurarme de en qué términos estabais...¡ Y por eso también estaba deseando poder hablar contigo.
Juro no pudo evitar sonreír. Al parecer, había sido el último de los tres en enterarse de la existencia de una técnica así. Había pasado un año escondido de la civilización, así que no le extrañaba. De cualquier manera, se alegraba de que Ayame hubiera tomado la iniciativa de algo así.
« Puede que Kusagakure se haya estancado en la historia, pero me reconforta saber que las cosas están avanzando »
— Si, tiene sentido, una técnica así solo debe hacerse bajo las circunstancias en las que nos encontramos ahora. Desde luego, ha sido un verdadero golpe de suerte que nos hayamos cruzado — El marionetista no pudo evitar pensar que lo único que había hecho durante la conversación era agradecerle cosas a la kunoichi. Para no volver a incomodarla, trató de cambiar de tema —. Por lo del sello, deduzco que ya has tenido la oportunidad de hablar con Datsue, ¿verdad? ¿También ha roto las cadenas?
A pesar del viaje, el joven se sentía lleno de vitalidad. La premisa de un entrenamiento, el aprendizaje de algo nuevo y útil, los sentimientos de bijuu y Jinchūriki juntos en un mismo deseo... todo aquello le traía recuerdos del pasado.
— ¡Pienso esforzarme al máximo para aprender la técnica! No puedo quedarme de brazos cruzados ni un segundo teniendo esta oportunidad. ¿Por donde empezamos?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60