28/06/2021, 00:29
A diferencia de lo que hizo en antes en la cocina, aquel grito había sido involuntario y, lo peor, es que había llamado la atención de todos allí. Pero la vista de ella se centró en el señor, que, para ella, estaba actuando en sobremanera y no era para tanto, a pesar de que no se merecía ese grito. «Este puto loco me ofreció una manzana. No se como esperaba que reaccionase.» El hombre, además, la había inspeccionado completa, como buscando algo raro en ella. Quería salir de esa situación rápido y alejarse del frutero, no quería seguir intimidándolo de ninguna manera.
Soltó un suspiro y sacó los cinco ryōs.
—Y-ya, tranquilo. No te quise gritar. — sin poder mirar más al señor a la cara, solo extendió la mano con el dinero para depositarlo en la mano del vendedor y, con la otra, tomó el cítrico. —Muchas gracias.
De la manera más rápida que pudo, empezó a caminar para no tener que ver más al comerciante y se dirigía para el puesto del carnicero. En el camino, fue pelando la mandarina con la mano, para, por lo menos, poder disfrutar de algo de lo que sucedió en aquella situación.
Soltó un suspiro y sacó los cinco ryōs.
—Y-ya, tranquilo. No te quise gritar. — sin poder mirar más al señor a la cara, solo extendió la mano con el dinero para depositarlo en la mano del vendedor y, con la otra, tomó el cítrico. —Muchas gracias.
De la manera más rápida que pudo, empezó a caminar para no tener que ver más al comerciante y se dirigía para el puesto del carnicero. En el camino, fue pelando la mandarina con la mano, para, por lo menos, poder disfrutar de algo de lo que sucedió en aquella situación.