9/07/2021, 14:58
— ¿Mi clon tiene que tener rasgos de Chōmei? — Juro se rozó la barbilla inconscientemente, pensativo. ¿Y si su clon tenía alas? ¿O un casco enorme como el del bijuu? Negó la cabeza para sí. El clon de Ayame no tenía unos rasgos tan... evidentes. Quizá el color de su pelo o sus ojos cambiaría de la misma manera.
Puede que eso le ayudara. Al fin y al cabo, tenía que imaginar un clon distinto a él mismo. Una entidad independiente del propio Juro. Como un ser al que transmitir el chakra de su bijuu.
« Échame un cable, ¿Cómo te imaginas a ti mismo?»
« ¡Eso no me ayuda! ¡Un clon es un clon! No puedo hacer milagros »
« ¡Estoy en ello! » — Por mucho que escociera, el bijuu tenía razón. No podía depender de la ayuda de nadie. Ni si quiera de la de Ayame, puesto que el aprendizaje de una técnica era algo muy personal. Tenía que encontrar un estado mental que le ayudara a ejecutarla adecuadamente.
El segundo intento no fue mejor. Ni el tercero. Al cuarto, comenzó a jadear, y tras un quinto intento fallido, el chico sintió que le temblaban las piernas. La técnica era costosa, y a pesar de que el chakra que se repartía entre los clones regresaba a él, había un coste que estaba pagando y que cada vez se acumulaba con un mayor peso. Puede que tuviera una enorme cantidad de chakra, pero su aguante no era tan excepcional. Lo único que había logrado, con los últimos intentos, es cansarse.
— Necesito... un pequeño descanso. En cuanto recupere el aliento, volveré a intentarlo — murmuró Juro, sin esconder su frustración. Su espíritu seguía inquebrantable, pero no podía ignorar sus limitaciones físicas. Se recostó contra la pared de la cueva, sin fuerzas—. Quizá no lo esté enfocando bien. Sé lo que tengo que imaginar. Creo que lo estoy cogiendo. Pero aun así... supongo que es difícil para mí.
« Chōmei es completamente diferente a mí, ¿sabes? — le confesó, mientras recuperaba el aliento. Sabía que la chica no tenía ni idea de su aspecto o personalidad, y se decidió a compartir un poco más con ella —. Al principio, me intimidó mucho. Pero cuando lo conocí, no supe que pensar. Definitivamente es un alma libre, y le encanta gastarme bromas y burlarse de todo constantemente, casi como un niño pequeño. Y yo he sido siempre tan serio... Pero aun así, su lealtad hacia mí y su compromiso por ayudarme me sorprendió, incluso si era por un bien común. Y ahora, después de tanto tiempo juntos, siento que...
— ¡Me encantaría tener un poco de privacidad! — exclamó, molesto por la interrupción.
Puede que eso le ayudara. Al fin y al cabo, tenía que imaginar un clon distinto a él mismo. Una entidad independiente del propio Juro. Como un ser al que transmitir el chakra de su bijuu.
« Échame un cable, ¿Cómo te imaginas a ti mismo?»
«Como un ser imponente, mucho más afortunado y agraciado que tú, jejeje »
« ¡Eso no me ayuda! ¡Un clon es un clon! No puedo hacer milagros »
«Entonces deja de quejarte y sigue intentándolo.
¿Te vas a rendir a la primera? ¿Ese es el Jinchūriki que me he buscado? ¿El que quiere enfrentar a Kurama? »
¿Te vas a rendir a la primera? ¿Ese es el Jinchūriki que me he buscado? ¿El que quiere enfrentar a Kurama? »
« ¡Estoy en ello! » — Por mucho que escociera, el bijuu tenía razón. No podía depender de la ayuda de nadie. Ni si quiera de la de Ayame, puesto que el aprendizaje de una técnica era algo muy personal. Tenía que encontrar un estado mental que le ayudara a ejecutarla adecuadamente.
El segundo intento no fue mejor. Ni el tercero. Al cuarto, comenzó a jadear, y tras un quinto intento fallido, el chico sintió que le temblaban las piernas. La técnica era costosa, y a pesar de que el chakra que se repartía entre los clones regresaba a él, había un coste que estaba pagando y que cada vez se acumulaba con un mayor peso. Puede que tuviera una enorme cantidad de chakra, pero su aguante no era tan excepcional. Lo único que había logrado, con los últimos intentos, es cansarse.
— Necesito... un pequeño descanso. En cuanto recupere el aliento, volveré a intentarlo — murmuró Juro, sin esconder su frustración. Su espíritu seguía inquebrantable, pero no podía ignorar sus limitaciones físicas. Se recostó contra la pared de la cueva, sin fuerzas—. Quizá no lo esté enfocando bien. Sé lo que tengo que imaginar. Creo que lo estoy cogiendo. Pero aun así... supongo que es difícil para mí.
« Chōmei es completamente diferente a mí, ¿sabes? — le confesó, mientras recuperaba el aliento. Sabía que la chica no tenía ni idea de su aspecto o personalidad, y se decidió a compartir un poco más con ella —. Al principio, me intimidó mucho. Pero cuando lo conocí, no supe que pensar. Definitivamente es un alma libre, y le encanta gastarme bromas y burlarse de todo constantemente, casi como un niño pequeño. Y yo he sido siempre tan serio... Pero aun así, su lealtad hacia mí y su compromiso por ayudarme me sorprendió, incluso si era por un bien común. Y ahora, después de tanto tiempo juntos, siento que...
« Oh, que suerte la mía. ¿Te me vas a poner a llorar? »
— ¡Me encantaría tener un poco de privacidad! — exclamó, molesto por la interrupción.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60