11/07/2021, 00:01
(Última modificación: 11/07/2021, 00:03 por Akamatsu Nao. Editado 1 vez en total.)
—¿¡QUÉ!?— La mujer se sobresaltó de inmediato y retrocedió aún cuando la puerta los separaba.
Nao por su lado, trató de esconder su sorpresa para seguirle el juego a Datsue. Sin embargo, le vió de reojo tratando de descifrar que era lo que tramaba el Uchiha con su farol. Le parecía bastante arriesgado lanzar acusaciones así. Obviamente, entendió de inmediato que se trataba de un farol debido a que ninguno de los dos realmente tenía información, pero no por ello era menos loco. «Aunque, por la reacción de la mujer, parece que ha surtido efecto...» Volteó a ver la ventanilla.
—¡YO YO NO SE NADA! ¡SÓLO LO HE VISTO POR AQUÍ PERO NO TENGO NADA QUE VER CON ÉL!— La mujer gritaba tras la puerta. —¡JAMÁS LE HE DIRIGIDO LA PALABRA!— Vociferaba para reclamar su inocencia. —¿Lo han visto? ¡Lleva anillos y cadenas de oro por todas partes! ¿¡Cómo se me ocurriría acercarme siquiera!? JURO QUE NO TENGO QUE VER CON ÉL— Parecía que ya no tenía aire en el pecho.
Nao se sentía un poco mal con la señora, creía que no era necesaria esa pantomima para sonsacarle la información.
Sin embargo, en medio de la charla, Datsue se percataría de que no estaban solos.
No necesitaba sharingan, pues la sola presencia de su inmenso chakra era suficiente para advertir su estado al Uchiha. Uno equivalente al suyo, y que por ende, no se trataba de alguno de los shinobi con los que había lidiado hasdta ahora ese día.
Nao por su lado, trató de esconder su sorpresa para seguirle el juego a Datsue. Sin embargo, le vió de reojo tratando de descifrar que era lo que tramaba el Uchiha con su farol. Le parecía bastante arriesgado lanzar acusaciones así. Obviamente, entendió de inmediato que se trataba de un farol debido a que ninguno de los dos realmente tenía información, pero no por ello era menos loco. «Aunque, por la reacción de la mujer, parece que ha surtido efecto...» Volteó a ver la ventanilla.
—¡YO YO NO SE NADA! ¡SÓLO LO HE VISTO POR AQUÍ PERO NO TENGO NADA QUE VER CON ÉL!— La mujer gritaba tras la puerta. —¡JAMÁS LE HE DIRIGIDO LA PALABRA!— Vociferaba para reclamar su inocencia. —¿Lo han visto? ¡Lleva anillos y cadenas de oro por todas partes! ¿¡Cómo se me ocurriría acercarme siquiera!? JURO QUE NO TENGO QUE VER CON ÉL— Parecía que ya no tenía aire en el pecho.
Nao se sentía un poco mal con la señora, creía que no era necesaria esa pantomima para sonsacarle la información.
Sin embargo, en medio de la charla, Datsue se percataría de que no estaban solos.
No necesitaba sharingan, pues la sola presencia de su inmenso chakra era suficiente para advertir su estado al Uchiha. Uno equivalente al suyo, y que por ende, no se trataba de alguno de los shinobi con los que había lidiado hasdta ahora ese día.