14/07/2021, 22:28
Nao, bajo el disfraz de viejo, arrugó el ceño. Esta vez su impresión interna si que se correspondía con el exterior. «¿Pero qué le pasa al darme órdenes de esa forma? ¡No soy su maldito secuaz! Ni siquiera somos de la misma aldea, vamos.» Y sin embargo, no tenía mucho pretexto para negarse, pero de alguna manera le estaba molestando bastante la actitud de Datsue al mandonearlo de esa forma. Y sin embargo, con todo y sus moños, se dió la vuelta en búsqueda del ninja. «Dijo ue hay un ninja muy cerca... Pero no sabemos dónde. Huh. No debe estar muy lejos por el énfasis que usó. Supongo es una emergencia el poder localizarlo.» Caminaba por ahí observando únicamente de reojo para no parecer sospechoso.
Entre tanto, la señora abrió la puerta, pero únicamente lo suficiente para asomar su rostro.
—¿Quienes... son ustedes?— Preguntó algo ya más calamda, pero siempre con recelo. —No son de la guardia de la ciudad, verdad?— Diría tras observar de arriba a abajo al "turista". —No lo he visto mucho. Sólo va caminando a veces por ahí en el barrio. ¿No es eso suficiente? ¡No quiero acercarme a él por nada del mundo!— Refunfuñó.
Pasó del miedo al enojo.
—No sé que andan indagando, pero no quiero involucrarme. Lo dicho, se pasea por este barrio como si fuera su casa.
Nao por su lado, caminaba con las manos en los bolsillos.
«Si de verdad hay un ninja por aquí, debe estar escondido. Incluso podría ser quién interceptó a mi rata. Demonios, podría estar transformado incluso que no me daría cuenta en absoluto. Debemos pensar que han hablado de personas encapuchadas por este sector y eso es cuanto menos, sospechoso. Podría ser incluso una trampa y que nuestra presencia pudo tener a alguien en alerta por aquí. ¿Cómo quiere q-» Al ir saliendo del callejón y cruzando la esquina, vió pasar a un sujeto cubierto totalmente con una gran capa negra, un parche en el ojo, y un Dai Shuriken en la espalda. El tipo parecía buscar algo con la mirada, pero no prestó atención al "viejo" Nao. «...» Nao sólo lo vió pasar, y emprendió su camino de regreso a la casita. «Apostaría todos mis ahorros a que ese es el ninja...»
Entre tanto, la señora abrió la puerta, pero únicamente lo suficiente para asomar su rostro.
—¿Quienes... son ustedes?— Preguntó algo ya más calamda, pero siempre con recelo. —No son de la guardia de la ciudad, verdad?— Diría tras observar de arriba a abajo al "turista". —No lo he visto mucho. Sólo va caminando a veces por ahí en el barrio. ¿No es eso suficiente? ¡No quiero acercarme a él por nada del mundo!— Refunfuñó.
Pasó del miedo al enojo.
—No sé que andan indagando, pero no quiero involucrarme. Lo dicho, se pasea por este barrio como si fuera su casa.
Nao por su lado, caminaba con las manos en los bolsillos.
«Si de verdad hay un ninja por aquí, debe estar escondido. Incluso podría ser quién interceptó a mi rata. Demonios, podría estar transformado incluso que no me daría cuenta en absoluto. Debemos pensar que han hablado de personas encapuchadas por este sector y eso es cuanto menos, sospechoso. Podría ser incluso una trampa y que nuestra presencia pudo tener a alguien en alerta por aquí. ¿Cómo quiere q-» Al ir saliendo del callejón y cruzando la esquina, vió pasar a un sujeto cubierto totalmente con una gran capa negra, un parche en el ojo, y un Dai Shuriken en la espalda. El tipo parecía buscar algo con la mirada, pero no prestó atención al "viejo" Nao. «...» Nao sólo lo vió pasar, y emprendió su camino de regreso a la casita. «Apostaría todos mis ahorros a que ese es el ninja...»