20/01/2016, 10:57
Todos los participantes y visitantes fueron notificados del día y la hora en la que se celebraría la primera ronda del Torneo de los Dojos. Los participantes fueron reunidos en un punto de reunión a la salida de la ciudad y fueron conducidos hacia el estadio.
Era un edificio enorme, construído enteramente por vigas de madera y piedra, muy cuidadas. Se notaba que era nuevo, no sólo por la perfección de su estructura y la evidente falta de daños, propios de un lugar donde se combate, sino además evidente por el olor a fresno y a barniz que despedían las paredes cuando les fue cedida la entrada.
Les hicieron un tour muy rápido para que se hicieran a la idea del terreno donde iban a pelear. Por dentro, el estadio parecía todavía más amplio de lo que lo hacía por fuera. La arena era de hierba verde y tierra clara, suelta. Habían dispuesto, para hacer más animados los encuentros, dos pilares cilíndricos, de cinco metros de ancho y tres de alto, separados por tres metros, de piedra. Había un círculo pintado blanco en el centro de ambos pilares, en los que era obvio que tendrían que colocarse los combatientes cuando les tocara pelear.
A ambos lados del estado habían dos gradas que abarcaban casi toda la circunferencia, de bancos de madera ascendentes. Y en perpendicular con los cilindros, dos grandes muros de roca con una estancia hueca elevada. Según les habían explicado, en una de ellas se alojarían los tres kage, el dueño de los dojos y su seguridad. En la otra, los señores feudales y nobles invitados, también con su seguridad.
Los participantes fueron separados y conducidos a través del interior del estadio alrededor de la circunferencia por un pasillo de madera. A cada uno le tocó una puerta. Una sala, con otra puerta más, más grande, y un banco para tomar asiento. Era obvio que cuando la puerta se abriera, llegaría el turno de uno o de otro.
Aquél rato probablemente se les hizo interminable. A unos más que otros, porque tenían varias peleas por delante, y no podían ver el transcurso de las mismas.
Pero finalmente...
—¡Habaki Karamaru! ¡Sasagani Yota! —anunció una voz—. ¡Os toca!
La puertas de piedra se abrieron, y llegó la hora de pelear.
Era un edificio enorme, construído enteramente por vigas de madera y piedra, muy cuidadas. Se notaba que era nuevo, no sólo por la perfección de su estructura y la evidente falta de daños, propios de un lugar donde se combate, sino además evidente por el olor a fresno y a barniz que despedían las paredes cuando les fue cedida la entrada.
Les hicieron un tour muy rápido para que se hicieran a la idea del terreno donde iban a pelear. Por dentro, el estadio parecía todavía más amplio de lo que lo hacía por fuera. La arena era de hierba verde y tierra clara, suelta. Habían dispuesto, para hacer más animados los encuentros, dos pilares cilíndricos, de cinco metros de ancho y tres de alto, separados por tres metros, de piedra. Había un círculo pintado blanco en el centro de ambos pilares, en los que era obvio que tendrían que colocarse los combatientes cuando les tocara pelear.
A ambos lados del estado habían dos gradas que abarcaban casi toda la circunferencia, de bancos de madera ascendentes. Y en perpendicular con los cilindros, dos grandes muros de roca con una estancia hueca elevada. Según les habían explicado, en una de ellas se alojarían los tres kage, el dueño de los dojos y su seguridad. En la otra, los señores feudales y nobles invitados, también con su seguridad.
Los participantes fueron separados y conducidos a través del interior del estadio alrededor de la circunferencia por un pasillo de madera. A cada uno le tocó una puerta. Una sala, con otra puerta más, más grande, y un banco para tomar asiento. Era obvio que cuando la puerta se abriera, llegaría el turno de uno o de otro.
Aquél rato probablemente se les hizo interminable. A unos más que otros, porque tenían varias peleas por delante, y no podían ver el transcurso de las mismas.
Pero finalmente...
—¡Habaki Karamaru! ¡Sasagani Yota! —anunció una voz—. ¡Os toca!
La puertas de piedra se abrieron, y llegó la hora de pelear.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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