20/01/2016, 18:02
Lo primero que pensó Datsue es que aquello no iba a ser tan fácil como había creído en un primer momento. A lo largo de su corta vida, había timado a más de una persona, pero aquella experiencia se veía insignificante ante aquella situación. Aquellos no eran unos primos cualesquiera. La wakizashi que llevaba uno y la mirada asesina del otro así se lo indicaban. Normalmente, el riesgo de ser cazado en una de sus estafas era pasar la mayor vergüenza de su vida. Con aquellos hombres, mucho se temía que la vergüenza sería la menor de sus preocupaciones.
- Claro, claro jovenzuelo. Toma asiento. - respondió el más viejo, y esbozó una sonrisa que hizo tensarse todas las cicatrices, y arrugas, de su maltratado rostro.- Justo ahora íbamos a empezar una mano nueva.
No supo porqué, pero aquella sonrisa le dio todavía más mala espina. Esto no me gusta. Una gota de sudor frío recorrió su espalda, mientras dejaba la copa de sake, todavía intacta, sobre la mesa. Entonces tomó asiento.
Cicatrices, por llamarlo de alguna manera, barajó las cartas y repartió tres a cada uno. Datsue las observó con detenimiento, intentando que su mente no reflejase otra cosa que las cartas que tenía ante sus ojos. No sabía hasta qué punto Kunie podía quitar el grano de la paja del enjambre de pensamientos que atormentaba su cabeza, pero no estaba de más facilitarle las cosas.
- Paso. - dijo el más joven de todos, dejando sus tres cartas boca abajo.
- Voy con trescientos. - replicó el mediano, sacando un fajo de billetes que puso justo en el centro.
- Veo tus trescientos, y subo trescientos más. - contestó el Veterano con una amplia sonrisa que dejó al descubierto una dentadura amarillenta.- ¿Qué dices, muchacho?
Datsue tragó saliva. Las cantidades que se estaban apostando eran, cuanto menos, alarmantes. Dos manos perdidas y se arruinaría.
"- El del uwagi color oliva va de farol. El viejo tiene buenas cartas, pero las tuyas son mejores. Sube."
¿¡Qué suba!? ¿Te das cuenta que puedo perder todo lo que he ganado hace media hora en una sola mano? Ahora se daba cuenta porque la muchacha había rechazado el 20% de su beneficio. ¡La muy condenada estaba usando la totalidad de sus ingresos!
Trató de serenarse, tomó la copa que había dejado sobre la mesa para ganar tiempo y bebió de ella, olvidándose de que aquello no era agua, sino sake. Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. El alcohol bajó por su garganta, abrasándola, raspándola, e hizo acopió de todo su aplomo para no escupirla, repugnado, en el acto.
Joder, ¡qué puto asco!
Consciente de que estaba tardando demasiado, sacó los billetes de su cartera y los dejó sobre la mesa.
—Subo a 900. —declaró, mientras un calorcillo tenue subía hasta su cabeza.
- Claro, claro jovenzuelo. Toma asiento. - respondió el más viejo, y esbozó una sonrisa que hizo tensarse todas las cicatrices, y arrugas, de su maltratado rostro.- Justo ahora íbamos a empezar una mano nueva.
No supo porqué, pero aquella sonrisa le dio todavía más mala espina. Esto no me gusta. Una gota de sudor frío recorrió su espalda, mientras dejaba la copa de sake, todavía intacta, sobre la mesa. Entonces tomó asiento.
Cicatrices, por llamarlo de alguna manera, barajó las cartas y repartió tres a cada uno. Datsue las observó con detenimiento, intentando que su mente no reflejase otra cosa que las cartas que tenía ante sus ojos. No sabía hasta qué punto Kunie podía quitar el grano de la paja del enjambre de pensamientos que atormentaba su cabeza, pero no estaba de más facilitarle las cosas.
- Paso. - dijo el más joven de todos, dejando sus tres cartas boca abajo.
- Voy con trescientos. - replicó el mediano, sacando un fajo de billetes que puso justo en el centro.
- Veo tus trescientos, y subo trescientos más. - contestó el Veterano con una amplia sonrisa que dejó al descubierto una dentadura amarillenta.- ¿Qué dices, muchacho?
Datsue tragó saliva. Las cantidades que se estaban apostando eran, cuanto menos, alarmantes. Dos manos perdidas y se arruinaría.
"- El del uwagi color oliva va de farol. El viejo tiene buenas cartas, pero las tuyas son mejores. Sube."
¿¡Qué suba!? ¿Te das cuenta que puedo perder todo lo que he ganado hace media hora en una sola mano? Ahora se daba cuenta porque la muchacha había rechazado el 20% de su beneficio. ¡La muy condenada estaba usando la totalidad de sus ingresos!
Trató de serenarse, tomó la copa que había dejado sobre la mesa para ganar tiempo y bebió de ella, olvidándose de que aquello no era agua, sino sake. Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. El alcohol bajó por su garganta, abrasándola, raspándola, e hizo acopió de todo su aplomo para no escupirla, repugnado, en el acto.
Joder, ¡qué puto asco!
Consciente de que estaba tardando demasiado, sacó los billetes de su cartera y los dejó sobre la mesa.
—Subo a 900. —declaró, mientras un calorcillo tenue subía hasta su cabeza.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado