11/08/2021, 01:39
— ¿Hermoso? —Repitió Kimi, mirando su brazo. ¿A qué se refería?
Su brazo metálico y sus múltiples prótesis no eran nada de lo que se avergonzara, ni mucho menos, pero tampoco eran algo de lo que se sintiese realmente orgullosa. A sus ojos simplemente eran algo que tenían, aunque a veces fuesen un recuerdo de lo que Dragón Rojo le había hecho a ella y a tantísima gente, pero era la clase de recuerdo que te daba fuerzas para seguir adelante.
Apartó la mirada un momento, pensativa, pero no incómoda. La admiración que sentía Meme por su brazo se sentía extraña.
Al cabo de unos pocos minutos, las chicas pudieron ver una enorme casa en la lejanía, escondida entre los árboles de la misma manera que la aldea de la que provenían las Sagisō. Se notaba que provenían de una buena familia.
— Muchas gracias por su hospitalidad, Sagisō-san. —Le agradeció con una sonrisa—. Pero con tener un lugar donde poder entrenar con ustedes y donde poder dormir tendremos suficiente. ¿Verdad, Chika?
Entonces, Lyndis preguntó por el estado de Ranko, quien parecía haberse recuperado de una lesión.
— ¿Está herida, Sagisō-san?
Su brazo metálico y sus múltiples prótesis no eran nada de lo que se avergonzara, ni mucho menos, pero tampoco eran algo de lo que se sintiese realmente orgullosa. A sus ojos simplemente eran algo que tenían, aunque a veces fuesen un recuerdo de lo que Dragón Rojo le había hecho a ella y a tantísima gente, pero era la clase de recuerdo que te daba fuerzas para seguir adelante.
Apartó la mirada un momento, pensativa, pero no incómoda. La admiración que sentía Meme por su brazo se sentía extraña.
Al cabo de unos pocos minutos, las chicas pudieron ver una enorme casa en la lejanía, escondida entre los árboles de la misma manera que la aldea de la que provenían las Sagisō. Se notaba que provenían de una buena familia.
— Muchas gracias por su hospitalidad, Sagisō-san. —Le agradeció con una sonrisa—. Pero con tener un lugar donde poder entrenar con ustedes y donde poder dormir tendremos suficiente. ¿Verdad, Chika?
Entonces, Lyndis preguntó por el estado de Ranko, quien parecía haberse recuperado de una lesión.
— ¿Está herida, Sagisō-san?