22/01/2016, 20:17
Con el disfraz puesto y la propuesta aceptada, el calvo solo asintió con la cabeza las ordenes de Kazuma. El peliblanco se encargaba de la parte de tener el bote listo y el monje tenía que buscar un tercer compañero adecuado para la misión. Era de suponer que la mayoría de los guardias tenían el mismo nivel pero tal vez se llevaba alguna que otra sorpresa.
Te veré en la playa- dijo antes de partir.
Algunas de las personas que veían a Karamaru de lejos se asustaban creyendo que era realmente un bandido, una vez que se acercaba y le reconocían la cara todo cambiaba. Fue divertido acercarse al centro del pueblo y que algunas personas lo miraran con cara de terror. Incluso algunos guardias ya habían desenfundando su espada para combatirlo.
Pero lejos de derramar sangre en ese momento, solo volvieron a sus lugares. Había un grupo grandes de guardia conversando en un solo lugar, estaban en ronda y todos tenían caras serias. Seguramente todavía no podían creer como dos chiquilines le pudieron haber salvado las papas del fuego.
Permiso, necesito algo de ayuda- les dijo al acercarse. Todos se callaron y prestaron atención- Se que soy osado con la petición y pido disculpas, pero estamos preparando una incursión al barco que manejan los bandidos para acabar con su actividad en la aldea. Solo somos mi compañero y yo y andamos buscando alguien de buen nivel para poder ayudarnos. ¿Alguien que quiera venir?
El más joven de los que estaban escuchando parecía emocionado, debía de tener una edad muy parecida a la de Karamaru por su apariencia. Estaba apunto de hablar cuando un hombre un poco mayor, delgado y algunos músculos marcados le puso una mano en el pecho y lo corrió levemente para atrás. Claramente le estaba marcando que no hablase.
Yo iré. Me enorgullezco de decir que soy uno de los mejores que puedes encontrar en el pueblo, mis compañeros lo pueden corroborar- dijo con voz seria y la mirada fija en Karamaru.
Bien, necesito que te coloques esto...- le contestó mientras le daba el disfraz de bandidos- ...y nos podremos ir.
Se quitó su armadura y por encima de unas ropas delgadas se colocó el traje que lo camuflaría en el barco. Ya listo, no hizo falta que sonara ni una palabra, ambos fueron camino abajo hacia la costa. Salieron por la entrada principal de la aldea sin una luz que iluminara el camino. Era mejor no llamar la atención.
El calvo esperaba que en su recorrido por la costa pudiera localizar a Kazuma con el bote ya preparado para partir. No había que demorarse mucho más.
Te veré en la playa- dijo antes de partir.
Algunas de las personas que veían a Karamaru de lejos se asustaban creyendo que era realmente un bandido, una vez que se acercaba y le reconocían la cara todo cambiaba. Fue divertido acercarse al centro del pueblo y que algunas personas lo miraran con cara de terror. Incluso algunos guardias ya habían desenfundando su espada para combatirlo.
Pero lejos de derramar sangre en ese momento, solo volvieron a sus lugares. Había un grupo grandes de guardia conversando en un solo lugar, estaban en ronda y todos tenían caras serias. Seguramente todavía no podían creer como dos chiquilines le pudieron haber salvado las papas del fuego.
Permiso, necesito algo de ayuda- les dijo al acercarse. Todos se callaron y prestaron atención- Se que soy osado con la petición y pido disculpas, pero estamos preparando una incursión al barco que manejan los bandidos para acabar con su actividad en la aldea. Solo somos mi compañero y yo y andamos buscando alguien de buen nivel para poder ayudarnos. ¿Alguien que quiera venir?
El más joven de los que estaban escuchando parecía emocionado, debía de tener una edad muy parecida a la de Karamaru por su apariencia. Estaba apunto de hablar cuando un hombre un poco mayor, delgado y algunos músculos marcados le puso una mano en el pecho y lo corrió levemente para atrás. Claramente le estaba marcando que no hablase.
Yo iré. Me enorgullezco de decir que soy uno de los mejores que puedes encontrar en el pueblo, mis compañeros lo pueden corroborar- dijo con voz seria y la mirada fija en Karamaru.
Bien, necesito que te coloques esto...- le contestó mientras le daba el disfraz de bandidos- ...y nos podremos ir.
Se quitó su armadura y por encima de unas ropas delgadas se colocó el traje que lo camuflaría en el barco. Ya listo, no hizo falta que sonara ni una palabra, ambos fueron camino abajo hacia la costa. Salieron por la entrada principal de la aldea sin una luz que iluminara el camino. Era mejor no llamar la atención.
El calvo esperaba que en su recorrido por la costa pudiera localizar a Kazuma con el bote ya preparado para partir. No había que demorarse mucho más.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘