20/08/2021, 01:54
Kimi abrió la boca un segundo sin saber bien qué decir. Por un lado entendía que estuvieran cansadas o emocionadas por pasar el rato y relajarse, pero a ella le sonaba más a que Lyndis ya había venido preparada para hacer el vago. Aún así, no podía culparla. Estaba claro que descansar siempre era mucho más placentero que entrenar.
Esta vez no esperó a escuchar la respuesta de su hermana, ni la miró, ni nada. No quería que se sintiese obligada a hacer lo que Kimi quería. A quien sí miró, en cambio, fue Ranko.
— Si quieres podemos adelantarnos a entrenar, Sagisō-san. —Le ofreció, con una sonrisa—. Y dejamos a Zhaoren-san y a Chika-chan descansar tranquilas.
Esta vez no esperó a escuchar la respuesta de su hermana, ni la miró, ni nada. No quería que se sintiese obligada a hacer lo que Kimi quería. A quien sí miró, en cambio, fue Ranko.
— Si quieres podemos adelantarnos a entrenar, Sagisō-san. —Le ofreció, con una sonrisa—. Y dejamos a Zhaoren-san y a Chika-chan descansar tranquilas.