7/09/2021, 01:22
Nao sólo alzó los hombros. Aunque Datsue no terminara su frase, entendía perfectamente lo que este quería decir. Aunque realmente no le molestaba que insinuase que se tratase de un ninja débil. Nao no se consideraba un buen shinobi para pelear, y no pretendía serlo en lo absoluto por extraño que sonase. Aún así, consideraba que tenía otras formas de ayudar. Trucos que si bien podían ser sencillos, consideraba que eran prácticos. Podías mover una roca con fuerza, o podías usar la inteligencia y usar herramientas que te ayudasen en tu trabajo. Ambas opciones eran viables para Nao.
—¿Por Byakugan te refieres a alguna técnica rara con los ojos? — No tenía más allá de una idea general de eso. —Puede. Pero en caso de que no lo sea, creo que tengo una solución a SU problema de "chakras brillantes" — Dijo con sorna sacudiendo el pincel en la boca.
El tuerto ladeó la cabeza como un perro.
—¿Ah sí? ¿Cómo? — Parpadeó curioso.
Nao sonrió viendo al tuerto. La verdad estaba increíblemente ansioso por probar su técnica. Estiró su mano hacia el tuerto.
—Estira el brazo y descúbrelo. No duele, lo prometo. Tú sólo confía y te enseño — Le guiñó el ojo.
—Ahh... Bueno... — Dijo alejando su capa y arremangándose para dejar a la vista el antebrazo.
Nao hizo cinco sellos y luego agarró del brazo a Shunsuke, sujetándolo por unos instantes hasta que al retirar la mano una marca era ahora visible en su piel. Una gota resbaló por la sien de Nao; aquella técnica le consumía una buena cantidad de chakra a la que su cuerpo no estaba acostumbrada a liberar, pero tenía que fingir estar bien. Suspiró y miró a Datsue esperando que este le confirmara su funcionamiento.
—¿Y bien?
Con sus ojos, Datsue vería que de pronto el imponente chakra de Shunsuke había desaparecido. Ahora no lucía diferente de cualquier civil simplón que ni siquiera su habría dignado a tocar un palo para pelear en su vida. Lo único anormal, era el sello.
—¿Por Byakugan te refieres a alguna técnica rara con los ojos? — No tenía más allá de una idea general de eso. —Puede. Pero en caso de que no lo sea, creo que tengo una solución a SU problema de "chakras brillantes" — Dijo con sorna sacudiendo el pincel en la boca.
El tuerto ladeó la cabeza como un perro.
—¿Ah sí? ¿Cómo? — Parpadeó curioso.
Nao sonrió viendo al tuerto. La verdad estaba increíblemente ansioso por probar su técnica. Estiró su mano hacia el tuerto.
—Estira el brazo y descúbrelo. No duele, lo prometo. Tú sólo confía y te enseño — Le guiñó el ojo.
—Ahh... Bueno... — Dijo alejando su capa y arremangándose para dejar a la vista el antebrazo.
Nao hizo cinco sellos y luego agarró del brazo a Shunsuke, sujetándolo por unos instantes hasta que al retirar la mano una marca era ahora visible en su piel. Una gota resbaló por la sien de Nao; aquella técnica le consumía una buena cantidad de chakra a la que su cuerpo no estaba acostumbrada a liberar, pero tenía que fingir estar bien. Suspiró y miró a Datsue esperando que este le confirmara su funcionamiento.
—¿Y bien?
Con sus ojos, Datsue vería que de pronto el imponente chakra de Shunsuke había desaparecido. Ahora no lucía diferente de cualquier civil simplón que ni siquiera su habría dignado a tocar un palo para pelear en su vida. Lo único anormal, era el sello.