2/11/2021, 01:35
El mago seguía insistiendo en su cometido. Quería que las chicas confíen en la magia a toda costa, casi como la misión que tienen algunas organizaciones religiosas. Casi en un gesto de total entendimiento, Jun abrió un ojo y le miró. Luego afirmó con la cabeza.
—Vamos. — Musitó tranquila, buscando el estado de concentración necesario para poder sentir aquella piedra.
Cerró nuevamente el ojo y esperó que el chico prosiga.
—Vamos. — Musitó tranquila, buscando el estado de concentración necesario para poder sentir aquella piedra.
Cerró nuevamente el ojo y esperó que el chico prosiga.