24/11/2021, 23:27
Lyndis no estaba herida de gravedad, seguía teniendo rasguños por todas partes en el cuerpo al haber sido arrastrada por el suelo por algún golpe del combate, o por la violencia de los golpes de su adversaria. Había sido atendida gracias a la rapida acción de las chicas, y del conocimiento médico de Goromise, que era suficiente para unos primeros auxilios.
Acostada de lado, Lyndis tenia el pelo descolocado hacia un lado, aunque llevandolo habitualmente de la misma forma, tampoco terminaba de quedarle mal. Pasó varios minutos, siendo atendida por las dos chicas hasta que despertó. La cabeza le daba vueltas y se arqueó hacia delante posando una mano sobre su cabeza.
— Ayyy ayy... — Renegó un poco frunciendo el ceño.
Tardo en comprender donde estaba, tras parpadear varias veces para que la luz se acomodara a sus ojos dorados. Yacía en una cama con todo el cuerpo dolorido y maltrecho. Ranko estaba a su lado y parecía algo preocupada.
— Hey, que pasa conejita — dijo sin pudor alguno.
Como si nada hubiera pasado, como si no hubiera tenido que llevarla en brazos hasta la habitación y hubiera estado insconciente por unos posibles eternos veinte minutos para Ranko.
Acostada de lado, Lyndis tenia el pelo descolocado hacia un lado, aunque llevandolo habitualmente de la misma forma, tampoco terminaba de quedarle mal. Pasó varios minutos, siendo atendida por las dos chicas hasta que despertó. La cabeza le daba vueltas y se arqueó hacia delante posando una mano sobre su cabeza.
— Ayyy ayy... — Renegó un poco frunciendo el ceño.
Tardo en comprender donde estaba, tras parpadear varias veces para que la luz se acomodara a sus ojos dorados. Yacía en una cama con todo el cuerpo dolorido y maltrecho. Ranko estaba a su lado y parecía algo preocupada.
— Hey, que pasa conejita — dijo sin pudor alguno.
Como si nada hubiera pasado, como si no hubiera tenido que llevarla en brazos hasta la habitación y hubiera estado insconciente por unos posibles eternos veinte minutos para Ranko.
¡Gracias a Ranko por el avatar!