25/11/2021, 20:35
Deslizo la mano sobre la que Ranko tenía la suya posada para ponerla al frente, sobre las sabanas en sus propias piernas. Mantuvo la mirada fija y tragó saliva de la forma que más amarga se le hizo. Se mordía el labio inferior por de recordar la rabia, producto de su impotencia. No quería decirle nada, pero mantenerlo en secreto sería peor. Tenía la voluntad justa y necesaria para mantenerse en silencio, no obstante no era la suficiente como para hacerlo ante Ranko.
— Hace unas semanas, fui al País de las Aguas Termales. Allí me tendieron una trampa — mencionó arrugando el rostro, incapaz de mirarla. — Era una pequeña familia, una madre y dos hijas. Llevaban una posada; al parecer el padre murió por culpa de algún ninja y... La hija mayor intento asesinarme bajo las órdenes de un extraño hombre.
Suspiró, y se llevó una mano al rostro por un momento.
— Le faltaban los brazos, llevaba una especie de gabardina negra y... — Cerró los ojos, y volvió a tragar saliva. — Conseguí escaparme, pero era muy superior a mis fuerzas — a lo que pudo observar una clarísima muesca de asco. — Me persiguió hasta el vagón del tren, hizo arder aquel lugar y... — Volvió a cerrar los ojos, suspirando y con una voz temblorosa. — Me amenazó con que iría a por ti
Tenía los puños cerrados, con todos los músculos de los brazos en tensión haciendo que el daño que había recibido por el combate de hace unos minutos le remitiera en todo el cuerpo. Y después, dió un golpe sobre su propia pierna.
— ¡JODER, MIERDA! — Gritó completamente enfurecida arqueándose hacia delante. — ¡Ni siquiera lo reporté porque me aterraba, joder! ¡No quiero que te pase nada! ¡Que estés aún más en el punto de mira!
Esta vez si consiguió mirarla a la cara, con unos ojos llorosos y mostrando parte de la dentadura de la frustración y la impotencia.
— Hace unas semanas, fui al País de las Aguas Termales. Allí me tendieron una trampa — mencionó arrugando el rostro, incapaz de mirarla. — Era una pequeña familia, una madre y dos hijas. Llevaban una posada; al parecer el padre murió por culpa de algún ninja y... La hija mayor intento asesinarme bajo las órdenes de un extraño hombre.
Suspiró, y se llevó una mano al rostro por un momento.
— Le faltaban los brazos, llevaba una especie de gabardina negra y... — Cerró los ojos, y volvió a tragar saliva. — Conseguí escaparme, pero era muy superior a mis fuerzas — a lo que pudo observar una clarísima muesca de asco. — Me persiguió hasta el vagón del tren, hizo arder aquel lugar y... — Volvió a cerrar los ojos, suspirando y con una voz temblorosa. — Me amenazó con que iría a por ti
Tenía los puños cerrados, con todos los músculos de los brazos en tensión haciendo que el daño que había recibido por el combate de hace unos minutos le remitiera en todo el cuerpo. Y después, dió un golpe sobre su propia pierna.
— ¡JODER, MIERDA! — Gritó completamente enfurecida arqueándose hacia delante. — ¡Ni siquiera lo reporté porque me aterraba, joder! ¡No quiero que te pase nada! ¡Que estés aún más en el punto de mira!
Esta vez si consiguió mirarla a la cara, con unos ojos llorosos y mostrando parte de la dentadura de la frustración y la impotencia.
¡Gracias a Ranko por el avatar!