27/11/2021, 16:00
Para cuando se giró, algo más confiada y desvergonzada, Ranko ya habia saltado sobre ella a robarle los labios.
— ¡¿R-Ranko?! — Gritó con un tono agudo poco propio de ella ante aquella grata sorpresa.
Le costaría llegar hasta sus labios al haber sido recostada nuevamente pero Lyndis reiría ante el avance de sus labios el cuello hasta volver a conectar con ella. Su risa era aguda y con un tono ligeramente alto, algo que no le pegaba nada. Sería más propio de una niña pija remilgada que vive entre algodones, pero no era así. Volvería a cerrar los ojos así como otro abrazo para evitar que escapara de ella mientras compartía aquel dulce beso bajo el apagado sol del invierno que entraba por la ventana.
Hasta que alguien las interrumpiera o que la propia Ranko dijera que era el momento de abandonar la sala, seguiría robándole besos y carantoñas de forma indefinida entre risitas y comentarios variados.
— ¡¿R-Ranko?! — Gritó con un tono agudo poco propio de ella ante aquella grata sorpresa.
Le costaría llegar hasta sus labios al haber sido recostada nuevamente pero Lyndis reiría ante el avance de sus labios el cuello hasta volver a conectar con ella. Su risa era aguda y con un tono ligeramente alto, algo que no le pegaba nada. Sería más propio de una niña pija remilgada que vive entre algodones, pero no era así. Volvería a cerrar los ojos así como otro abrazo para evitar que escapara de ella mientras compartía aquel dulce beso bajo el apagado sol del invierno que entraba por la ventana.
Hasta que alguien las interrumpiera o que la propia Ranko dijera que era el momento de abandonar la sala, seguiría robándole besos y carantoñas de forma indefinida entre risitas y comentarios variados.
¡Gracias a Ranko por el avatar!