28/11/2021, 02:03
(Última modificación: 28/11/2021, 02:04 por Kaminari Chika.)
La hermana mayor aceptó la ayuda de su menor, pero realmente solo le cogió la mano porque todo el esfuerzo para levantarse lo había hecho ella misma para no molestar a Kimi.
— No puedes seguir entrenando así, Ka-chan. Estos ya no son nuestros entrenamientos de Karate con papá. Estamos entrenando para destruir Dragón Rojo. Debes tomártelo más en serio.
Y Chika entendió la seriedad de Kimi. Se rascó la nuca, desdibujando la sonrisa al instante y mostrandose igual de seria que su hermana.
— Ya sabes que no puedo entrenar de forma tan agresiva como han hecho Ranko-chan y Lyndis-san. Lo último que querría es dejarte inconsciente en un entrenamiento o herirte de alguna manera. No es que no me lo tome en serio, es que no quiero hacerte daño. — realmente no era una explicación nueva, ni una repetida, era algo que ambas sabían.
— También deberías tomarme a mí más en serio.
Y su expresión pasó a simple y llana pena.
— No... No es que no te tome en serio. Es que... me da miedo hacerte daño. ¿Es eso algo tan malo? — preguntó realmente apenada por haber decepcionado a su hermana.
A sus ojos, Kimi seguía siendo la hermana pequeña que siempre había sido. El crecimiento de Chika siempre la había puesto físicamente por encima, literal y metaforicamente, y desde el accidente era como si viese a su hermanita hecha completamente de cristal. Cualquier golpe mal dado podría partirla. ¿Acaso las hermanas mayores no protegían a las pequeñas? Así era en todo el universo. ¿Por qué cuando lo hacía ella estaba mal?
— No puedes seguir entrenando así, Ka-chan. Estos ya no son nuestros entrenamientos de Karate con papá. Estamos entrenando para destruir Dragón Rojo. Debes tomártelo más en serio.
Y Chika entendió la seriedad de Kimi. Se rascó la nuca, desdibujando la sonrisa al instante y mostrandose igual de seria que su hermana.
— Ya sabes que no puedo entrenar de forma tan agresiva como han hecho Ranko-chan y Lyndis-san. Lo último que querría es dejarte inconsciente en un entrenamiento o herirte de alguna manera. No es que no me lo tome en serio, es que no quiero hacerte daño. — realmente no era una explicación nueva, ni una repetida, era algo que ambas sabían.
— También deberías tomarme a mí más en serio.
Y su expresión pasó a simple y llana pena.
— No... No es que no te tome en serio. Es que... me da miedo hacerte daño. ¿Es eso algo tan malo? — preguntó realmente apenada por haber decepcionado a su hermana.
A sus ojos, Kimi seguía siendo la hermana pequeña que siempre había sido. El crecimiento de Chika siempre la había puesto físicamente por encima, literal y metaforicamente, y desde el accidente era como si viese a su hermanita hecha completamente de cristal. Cualquier golpe mal dado podría partirla. ¿Acaso las hermanas mayores no protegían a las pequeñas? Así era en todo el universo. ¿Por qué cuando lo hacía ella estaba mal?