30/11/2021, 00:10
— Y... Ka-chan... Está bien. Creo que entiendo cómo te sientes. ¡Te ayudaré!
El contacto físico con su hermana la relajó, pero sus palabras la volvieron a tensar. Ella no era como Kimi. No podía seguir tan a pecho todas las normas de su dojo. Las tomaba como poco más que directrices, porque aunque lo intentase, siempre actuaría según sus sensaciones y emociones y no con la calma y disciplina que le pedía el código. Por eso no había dicho nada a Kimi para empezar.
Pero claro, tampoco iba a ocultarselo si se plantaba ante ella y le sacaba el tema. No era algo que quisiese ocultar o rectificar. Se preocupaba por su hermana, eso no iba a cambiar, y empezaba a cansarse de esforzarse en esforzarse para pegarle. No quería pegarle. Cuando Kimi dijo que le ayudaría, se preocupó aún más.
Sin embargo, no diría nada. Sonreiría y pasaría página al percatarse de la presencia de Meme justo a su lado.
— Claro, Mi-chan. — se volvió a Meme, sonriendo algo más sinceramente. — No te preocupes, Meme-chan. Son cosas de la familia Kaminari. ¿Aún no ha vuelto tu hermana?
Cambió de tema mientras miraba los alrededores en busca de la kusajin, para no encontrarla, obviamente.
El contacto físico con su hermana la relajó, pero sus palabras la volvieron a tensar. Ella no era como Kimi. No podía seguir tan a pecho todas las normas de su dojo. Las tomaba como poco más que directrices, porque aunque lo intentase, siempre actuaría según sus sensaciones y emociones y no con la calma y disciplina que le pedía el código. Por eso no había dicho nada a Kimi para empezar.
Pero claro, tampoco iba a ocultarselo si se plantaba ante ella y le sacaba el tema. No era algo que quisiese ocultar o rectificar. Se preocupaba por su hermana, eso no iba a cambiar, y empezaba a cansarse de esforzarse en esforzarse para pegarle. No quería pegarle. Cuando Kimi dijo que le ayudaría, se preocupó aún más.
Sin embargo, no diría nada. Sonreiría y pasaría página al percatarse de la presencia de Meme justo a su lado.
— Claro, Mi-chan. — se volvió a Meme, sonriendo algo más sinceramente. — No te preocupes, Meme-chan. Son cosas de la familia Kaminari. ¿Aún no ha vuelto tu hermana?
Cambió de tema mientras miraba los alrededores en busca de la kusajin, para no encontrarla, obviamente.