10/12/2021, 22:00
Kimi se pasó todo el rato echandole miradas de reojo que no pasaron desapercibidas por nadie, o, por lo menos, por Chika. Estaba bastante segura de que su hermana había interpretado sus palabras de forma muy diferente a lo que ella quería transmitirle, sin embargo, incluso con su significado de origen, se saltaba de cuatro a cinco de las normas del dojo Kaminari.
Por suerte, todo ese tema quedó relegado a un segundo plano cuando abrió la puerta Meme y se encontraron con Lyndis proponiendole matrimonio a Ranko y haciendo una interpretación de cómo reaccionarían sus padres. La escena entera era algo extraña y tremendamente vergonzosa para todas.
Aunque el primer reflejo de Chika sería llevarse una mano a la cara para no ver lo que estaba viendo. La otra buscaría, con cuidado de no tocar a Meme, cerrar la puerta.
— ¡Os esperaremos abajo! ¡Si os parece bien! ¡No hemos visto nada! ¡Ni oido! — una vez cerrase la puerta, se giraría a su hermana y Meme con una expresión de puro horror. — ¡No tendríamos que haber venido! ¡Ay! ¡Se van a casar! ¡Seguro que Meme se ve preciosa como dama de honor! ¿¡Pero es un secreto!? ¡Y ahora nosotras lo sabemos, Kimi! ¡No deberíamos saberlo! ¡Tenemos que conseguir vestidos! ¡No tenemos vestidos!
Aunque había sido ella la que había dicho de irse, ni siquiera había hecho el intento de moverse de delante de la puerta, completamente sobrepasada por la escena.
Por suerte, todo ese tema quedó relegado a un segundo plano cuando abrió la puerta Meme y se encontraron con Lyndis proponiendole matrimonio a Ranko y haciendo una interpretación de cómo reaccionarían sus padres. La escena entera era algo extraña y tremendamente vergonzosa para todas.
Aunque el primer reflejo de Chika sería llevarse una mano a la cara para no ver lo que estaba viendo. La otra buscaría, con cuidado de no tocar a Meme, cerrar la puerta.
— ¡Os esperaremos abajo! ¡Si os parece bien! ¡No hemos visto nada! ¡Ni oido! — una vez cerrase la puerta, se giraría a su hermana y Meme con una expresión de puro horror. — ¡No tendríamos que haber venido! ¡Ay! ¡Se van a casar! ¡Seguro que Meme se ve preciosa como dama de honor! ¿¡Pero es un secreto!? ¡Y ahora nosotras lo sabemos, Kimi! ¡No deberíamos saberlo! ¡Tenemos que conseguir vestidos! ¡No tenemos vestidos!
Aunque había sido ella la que había dicho de irse, ni siquiera había hecho el intento de moverse de delante de la puerta, completamente sobrepasada por la escena.