24/01/2022, 16:27
Meme siguió picando con un dedo el dorso de la mano de Kimi.
—Oh, no estoy bien contigo. Pero tu brazo es como yo, por eso estoy bien con él. Es un brazo de muñeca, es precioso.
Como si lo que dijo fuese un simple comentario sin importancia, Meme siguió picando la mano, luego incluso entrelazaría los dedos de ambas, fascinada.
Mientras tanto, Ranko continuaba sonrojándose ante las palabras de Chika.
—¡N-no interrumpen nada! A-al contrario, Lyndis y yo interrumpimos el día... de cierta manera y…
Ranko se calló de repente cuando la peliazul mencionó dos palabras mágicas.
"Dejarnos… solas. Dejarnos solas.OH CIELOS. DEJARNOS SOLAS."
Por supuesto que las dos artistas marciales habían estado solas antes. En aquella misión, por ejemplo, o los días que habían ido a esa misma casa a entrenar. Pero ahora la idea de estar a solas con Waai era… tentadora y alarmante al mismo tiempo. Ranko parecía echar vapor de las orejas de lo roja que estaba.
—¿S-s-solas? ¿S-solas? Ooh… N-n-no, Chika-san, n- Mi-mira: e-e-esta salida era p-para todas. Pasaremos e-el día y la n-noche todas, co-como amigas. Lyndis y yo tendremos muchas oportunidades d-de pasar la noche jun- ¡De salir juntas! ¡Quiero decir de salir juntas! N-no te preocupes p-por eso, ¿Está bien? —Ranko alzó las manos, juntas, en señal de ruego, mientras una afable sonrisa permanecía dibujada en su ruborizada cara.
Ella era honesta con su petición. Por más que sí quería pasar un tiempo a solas con Waai y explorar esa nueva relación, no podía hacerlo si iban a cortar la estadía de las Kaminari. Y de Meme. Las cosas sucederían a su tiempo.
—Por supuesto, Zhaoren-sama. No dude en decirme si necesita algo más. —Diría mientras tanto Goromise a Lyndis. La sirvienta le dedicó una reverencia y dejó que la peliplateada se retirase, antes de partir ella misma rumbo a la cocina. Antes de que desapareciera de su vista, le dirigiría una mirada de sospecha a sus espaldas, mas luego proseguiría con sus quehaceres.
—Oh, no estoy bien contigo. Pero tu brazo es como yo, por eso estoy bien con él. Es un brazo de muñeca, es precioso.
Como si lo que dijo fuese un simple comentario sin importancia, Meme siguió picando la mano, luego incluso entrelazaría los dedos de ambas, fascinada.
Mientras tanto, Ranko continuaba sonrojándose ante las palabras de Chika.
—¡N-no interrumpen nada! A-al contrario, Lyndis y yo interrumpimos el día... de cierta manera y…
Ranko se calló de repente cuando la peliazul mencionó dos palabras mágicas.
"Dejarnos… solas. Dejarnos solas.OH CIELOS. DEJARNOS SOLAS."
Por supuesto que las dos artistas marciales habían estado solas antes. En aquella misión, por ejemplo, o los días que habían ido a esa misma casa a entrenar. Pero ahora la idea de estar a solas con Waai era… tentadora y alarmante al mismo tiempo. Ranko parecía echar vapor de las orejas de lo roja que estaba.
—¿S-s-solas? ¿S-solas? Ooh… N-n-no, Chika-san, n- Mi-mira: e-e-esta salida era p-para todas. Pasaremos e-el día y la n-noche todas, co-como amigas. Lyndis y yo tendremos muchas oportunidades d-de pasar la noche jun- ¡De salir juntas! ¡Quiero decir de salir juntas! N-no te preocupes p-por eso, ¿Está bien? —Ranko alzó las manos, juntas, en señal de ruego, mientras una afable sonrisa permanecía dibujada en su ruborizada cara.
Ella era honesta con su petición. Por más que sí quería pasar un tiempo a solas con Waai y explorar esa nueva relación, no podía hacerlo si iban a cortar la estadía de las Kaminari. Y de Meme. Las cosas sucederían a su tiempo.
—Por supuesto, Zhaoren-sama. No dude en decirme si necesita algo más. —Diría mientras tanto Goromise a Lyndis. La sirvienta le dedicó una reverencia y dejó que la peliplateada se retirase, antes de partir ella misma rumbo a la cocina. Antes de que desapareciera de su vista, le dirigiría una mirada de sospecha a sus espaldas, mas luego proseguiría con sus quehaceres.
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