22/03/2022, 12:30
Como una afilada aguja lanzada por el mejor jugador de dardos del mundo, aquella risa atravesó su oído y posteriormente su mente por completo. La reconoció al instante. Aquellos tonos agudos, infantiles y entrecortados solo podían pertenecer a ella. Ren se quedó prácticamente anclada al sitio, cuando un sudor frío recorrió su espalda. Miraba los grandes adoquines de piedra grisácea, irregulares y separados por una capa de cemento sin levantar la mirada. ¿Qué hacía? ¿Qué hacía? ¿Por qué se estaba riendo? ¿Tal vez se estaba burlando de ella?
O tal vez... Tal vez estaba con alguien ¿Alguien por la que la había sustituido? Era más que probable ¿Quién querría salir con una chica tan lerda como ella, que únicamente fantaseaba con querer emular a unos espadachines, que creían en algo tan absurdo como el honor?
Sus labios temblaban, y aquello empezó a transmitirse a sus manos. Era fuerte ¿Se supone que debía serlo, no? ¿Pero qué debía hacer? Tal vez no fuera ella, tal vez la había confundido, al fin y al cabo, había pasado mucho tiempo y a lo mejor se estaba equivocando. De ser así, no pasaba nada por echar un vistazo, ¿no?
Dio un primer paso, en dirección contraria a donde estaba mirando, y sintió que había movido un enorme peso anclado a su tobillo. Tragó saliva antes de girarse, y experimento como se hizo lento y pesado. Finalmente, se giró, y lo único que vio en la lejanía en una gran bola de pelo blanco, que parecía estar jugando con una chica, la misma que generaba aquella risa.
Su respiración se hizo pesada, lenta y profunda.
O tal vez... Tal vez estaba con alguien ¿Alguien por la que la había sustituido? Era más que probable ¿Quién querría salir con una chica tan lerda como ella, que únicamente fantaseaba con querer emular a unos espadachines, que creían en algo tan absurdo como el honor?
Sus labios temblaban, y aquello empezó a transmitirse a sus manos. Era fuerte ¿Se supone que debía serlo, no? ¿Pero qué debía hacer? Tal vez no fuera ella, tal vez la había confundido, al fin y al cabo, había pasado mucho tiempo y a lo mejor se estaba equivocando. De ser así, no pasaba nada por echar un vistazo, ¿no?
Dio un primer paso, en dirección contraria a donde estaba mirando, y sintió que había movido un enorme peso anclado a su tobillo. Tragó saliva antes de girarse, y experimento como se hizo lento y pesado. Finalmente, se giró, y lo único que vio en la lejanía en una gran bola de pelo blanco, que parecía estar jugando con una chica, la misma que generaba aquella risa.
Su respiración se hizo pesada, lenta y profunda.