22/03/2022, 15:29
— M-Me alegro... M-Me alegro que estes bien...
— Y yo de que tú también lo estes... — lo soltó de forma automatica, antes de darse cuenta de lo raro que era todo.
Esperaba de Ren odio, asco, enfado o incluso lo contrario, pero siempre reacciones extremas. Sin embargo, ahí estaba, hecha una bolita, figuradamente. Cuando la amejin apartó la mirada, Hana hizo lo propio y la desvió al suelo, avergonzada.
— Entonces... ¿el perro es tuyo? — Copito parecía haberse hartado de esperar algo de las chicas y simplemente se había tumbado a observarlas, aún con la lengua fuera.
— Y yo de que tú también lo estes... — lo soltó de forma automatica, antes de darse cuenta de lo raro que era todo.
Esperaba de Ren odio, asco, enfado o incluso lo contrario, pero siempre reacciones extremas. Sin embargo, ahí estaba, hecha una bolita, figuradamente. Cuando la amejin apartó la mirada, Hana hizo lo propio y la desvió al suelo, avergonzada.
— Entonces... ¿el perro es tuyo? — Copito parecía haberse hartado de esperar algo de las chicas y simplemente se había tumbado a observarlas, aún con la lengua fuera.