24/03/2022, 14:05
(Última modificación: 24/03/2022, 14:14 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
Eso significaba que si no hubiera sido por Datsue, tal vez Hana no se hubiera armado de valor para volver a ser una kunoichi. Y no solo eso, si no que además puede que no se la hubiera vuelto a encontrar en ningún lado, incluso puede que ni la hubiera encontrado aquel día allí en el lago. Al parecer dio un profundo discurso, que levantó los ánimos de todos los presentes, pero si hubiera sido otra persona, tal vez no la hubiera inspirado así y seguiría para Ren en paradero desconocido. Una parte de ella se sentía muy agradecida por la nueva Sombra que protegía el País del Remolino.
Pero, por otro lado, sentía un fuerte sentimiento de celos. ¿Cómo podía competir contra Datsue? ¿Cómo podía competir contra, no solamente el que fue finalista en el torneo de los dojos, sino uno de los que peleo con uñas y dientes contra los Dragones Rojos de los que ella únicamente pudo huir? Y si solo fuera aquello, pero es que además era uno de los pocos jinchurikis sobre Oonindo. ¿Cómo podía competir contra él? ¿Cómo se puede combatir a un Dios?
Ren desvió un poco la mirada, algo molesta, y apretó de forma inconsciente sus ambas manos. ¿Era admiración lo que salía de la boca de Hana cuando lo mencionaba o tal vez... ?
— B-Bueno, tú puedes ocuparte de eso, mientras yo... Uhm... Mientras yo intento volver a saber como empuñar un arma — sonrió tontamente, y con un más que claro gesto de preocupación en su rostro.
Pero, por otro lado, sentía un fuerte sentimiento de celos. ¿Cómo podía competir contra Datsue? ¿Cómo podía competir contra, no solamente el que fue finalista en el torneo de los dojos, sino uno de los que peleo con uñas y dientes contra los Dragones Rojos de los que ella únicamente pudo huir? Y si solo fuera aquello, pero es que además era uno de los pocos jinchurikis sobre Oonindo. ¿Cómo podía competir contra él? ¿Cómo se puede combatir a un Dios?
Ren desvió un poco la mirada, algo molesta, y apretó de forma inconsciente sus ambas manos. ¿Era admiración lo que salía de la boca de Hana cuando lo mencionaba o tal vez... ?
— B-Bueno, tú puedes ocuparte de eso, mientras yo... Uhm... Mientras yo intento volver a saber como empuñar un arma — sonrió tontamente, y con un más que claro gesto de preocupación en su rostro.