26/03/2022, 14:38
Tras que le dieran las llaves, Hana tiró de ella con fuerza mientras apretaba su mano. Ren volvió otra vez a mirar su unión, y se dejó llevar con un rosado rubor en sus mejillas hasta el final del pasillo. Detrás de la puerta, solo había una pequeña cama acompañada de un escritorio y una silla, en una habitación no muy grande.
— No te preocupes, así está bien — respondió esbozando una débil sonrisa, llena de satisfacción al sentir momentáneamente que todo volvía a ser como antes hasta cierto punto.
Ren avanzó al interior, y se sentó en la cama, apoyando las manos a sus lados y haciendo algo de fuerza con su cuerpo para probar cuan cómoda era, por lo que se balancearía ligeramente. Después, se tumbó con las piernas en la misma posición, estirando los brazos hacia los lados y mirando al techo, dejando escapar un largo suspiro de alivio.
— No te preocupes, así está bien — respondió esbozando una débil sonrisa, llena de satisfacción al sentir momentáneamente que todo volvía a ser como antes hasta cierto punto.
Ren avanzó al interior, y se sentó en la cama, apoyando las manos a sus lados y haciendo algo de fuerza con su cuerpo para probar cuan cómoda era, por lo que se balancearía ligeramente. Después, se tumbó con las piernas en la misma posición, estirando los brazos hacia los lados y mirando al techo, dejando escapar un largo suspiro de alivio.