26/03/2022, 18:30
Y de nuevo, Datsue se retorció entre la cómoda amortiguación que la silla producía en su trasero. Aunque en ésta ocasión sin las mejillas ruborizadas, eso sí. Aclaró que su hija tendría lo que ella quería, el poder en las tierras que le pertenecían. Sin embargo, la respuesta de la mujer para nada fue lo esperado por el Uchiha, eso seguro. La mujer no confiaba en el incierto futuro que le podría esperar, y no era de extrañar... ya sabían todos los allí presentes dónde había quedado la última cabeza al poder. Pero Datsue le rebatió, el destino que les esperaba a todos si Kurama ganaba no era mucho mejor que la muerte. A lo que la mujer respondió que según las malas lenguas, apenas notaban el mandato de Kurama los que se habían rendido. Ni Datsue ni Hayato pudieron esconder su asombro, no podían creer lo que la mujer decía.
«¿¡EN SERIO!?»
El Uchiha no titubeó en preguntar si estaba a favor de Kurama, pero la mujer vislumbró un detalle bastante importante: Estaba allí, y no trazando lealtad con Kurama. La verdad fuese dicha, no estaba allí haciendo amistad con el enemigo, pero estaba aquí sugiriendo que no era mala idea. Sinceramente, Hayato no entendía entonces qué quería la mujer. ¿Por qué no era ella quien directamente decía lo que quería?.
—Siento mucho interrumpir, pero... ¿Por qué no dice directamente lo que quiere, señora?. —Intervino el Senju. —Está sugiriendo que está aquí porque no se fía de lo que pudiese hacer Kurama, porque en realidad hacer lealtad con Kurama sería como firmar los papeles del velatorio. Pero sin embargo, tampoco termina de dar lealtad al resto puesto que usted busca algo, un "trato". Creo que el tiempo es lo único de lo que escaseamos en éstos días, así que... ¿Por qué no dice directamente qué quiere y nos dejamos de juegos?.
Aunque, tal y como lo soltó, el chico sabía que podía haberla liado. Quizás Datsue le diese un buen coscorrón, y sin duda lo merecería, pero por otro lado... estaba arto de malos comerciantes, de gente que quería algo concreto y tan solo daba rodeos al tema sin aclarar lo que buscaba. Ese era el gran mal en los negocios, sin lugar a dudas.
«¿¡EN SERIO!?»
El Uchiha no titubeó en preguntar si estaba a favor de Kurama, pero la mujer vislumbró un detalle bastante importante: Estaba allí, y no trazando lealtad con Kurama. La verdad fuese dicha, no estaba allí haciendo amistad con el enemigo, pero estaba aquí sugiriendo que no era mala idea. Sinceramente, Hayato no entendía entonces qué quería la mujer. ¿Por qué no era ella quien directamente decía lo que quería?.
—Siento mucho interrumpir, pero... ¿Por qué no dice directamente lo que quiere, señora?. —Intervino el Senju. —Está sugiriendo que está aquí porque no se fía de lo que pudiese hacer Kurama, porque en realidad hacer lealtad con Kurama sería como firmar los papeles del velatorio. Pero sin embargo, tampoco termina de dar lealtad al resto puesto que usted busca algo, un "trato". Creo que el tiempo es lo único de lo que escaseamos en éstos días, así que... ¿Por qué no dice directamente qué quiere y nos dejamos de juegos?.
Aunque, tal y como lo soltó, el chico sabía que podía haberla liado. Quizás Datsue le diese un buen coscorrón, y sin duda lo merecería, pero por otro lado... estaba arto de malos comerciantes, de gente que quería algo concreto y tan solo daba rodeos al tema sin aclarar lo que buscaba. Ese era el gran mal en los negocios, sin lugar a dudas.