28/03/2022, 14:28
Por suerte el cansancio jugo a su favor, y acabó por volver a dormirse por cerca de una hora. Se aferraría a Hana con algo más de fuerza, suspirando sobre ella y obligándola a recortar cada vez más de la poca distancia que había entre ellas, apoyando más su cabeza contra su exhuberante pecho. El dulce aroma que desprendía, la calidez de su cuerpo y las sabanas, así como las faltas de horas de sueño que empezaban a ser compensadas, la volvieron a llevar al mundo de los sueños.
Estaba en un piso, tumbada sobre el sofá y a los pies de este estaba Hana. Ambas vestían una ropa que daba la sensación de uniforme; era negra, con detalles rojos y blancos. Ren llevaba un pantalón, pero Hana portaba una falda. Ambas parecían estar viendo una serie, y a mitad del sueño, la rubia empezó a echársele encima, acariciando su torso por debajo de la ropa, el cual estaba más que tonificado y subiendo amenazantemente hasta sus senos.
— Mhmhhm... Si nos ven vamos a tener un problema... Imouto-chan... — dijo con una melodiosa voz entre dientes, con un tono muy bajo.
Estaba en un piso, tumbada sobre el sofá y a los pies de este estaba Hana. Ambas vestían una ropa que daba la sensación de uniforme; era negra, con detalles rojos y blancos. Ren llevaba un pantalón, pero Hana portaba una falda. Ambas parecían estar viendo una serie, y a mitad del sueño, la rubia empezó a echársele encima, acariciando su torso por debajo de la ropa, el cual estaba más que tonificado y subiendo amenazantemente hasta sus senos.
— Mhmhhm... Si nos ven vamos a tener un problema... Imouto-chan... — dijo con una melodiosa voz entre dientes, con un tono muy bajo.