30/03/2022, 23:22
Y en tan solo un segundo, Hana la acorraló contra la pared. No la dejó maniobrar ni por la parte superior de torso, donde tenía sus brazos atentos para detenerla, ni el inferior, donde sus piernas le denegaban también el movimiento. Perder el mando y quien estaba dirigiendo algo más que la conversación, la hizo más que amedrentarse. El rubor de su rostro subió más allá de lo que podría imaginar, de la misma forma que lo hizo la temperatura de su cuerpo como le pasó a Hana varios minutos atrás, sus ojos se abrieron como platos sin perder de vista los de Hana. Su corazón empezó a latir de forma acelerada y a respirar pesadamente, intentando buscar la calma de forma inconsciente.
— ¿Y-Y-Y-Yo? ¿Q-Qué? ¿E-E-Eh? — de repente empezó a evitarla con la mirada, esbozando una nerviosa sonrisa que intentaba ocultar apretando sus labios. — ¿C-C-Cuál era la pregunta?
Jamás se había imaginado a Hana en una posición tan dominante y decida como esa, y no podía negar que lo estaba disfrutando. Ahora mismo, era un ovillo de nervios y Hana una gata que jugaba con ella.
— ¿Y-Y-Y-Yo? ¿Q-Qué? ¿E-E-Eh? — de repente empezó a evitarla con la mirada, esbozando una nerviosa sonrisa que intentaba ocultar apretando sus labios. — ¿C-C-Cuál era la pregunta?
Jamás se había imaginado a Hana en una posición tan dominante y decida como esa, y no podía negar que lo estaba disfrutando. Ahora mismo, era un ovillo de nervios y Hana una gata que jugaba con ella.