4/04/2022, 16:52
La respuesta fue la esperada, pero Ranko se abalanzó más de lo que pudo suponer. Intercambiaría así un par de besos más hasta separarse por la falta de aire momentáneamente.
— Vale, vale, me rindo. Tú ganas — dijo con otra carcajada, suspirando posteriormente sin perder la sonrisa.
Deslizó sus manos sobre su espalda, abrazándola solo con el peso de sus propios brazos. Era mejor detenerse allí, las paredes tenían orejas y los techos ojos. Además, había más de una invitada, y eso sin contar su hermana; podía ponerse la situación más violenta de lo necesario y había sido un día memorable. No quería que acabara con un sabor amargo por culpa de su valentía transformándose en estupidez.
— ¿Y si nos vamos mejor a tu habitación?
O podía ser una valiente estúpida.
— Vale, vale, me rindo. Tú ganas — dijo con otra carcajada, suspirando posteriormente sin perder la sonrisa.
Deslizó sus manos sobre su espalda, abrazándola solo con el peso de sus propios brazos. Era mejor detenerse allí, las paredes tenían orejas y los techos ojos. Además, había más de una invitada, y eso sin contar su hermana; podía ponerse la situación más violenta de lo necesario y había sido un día memorable. No quería que acabara con un sabor amargo por culpa de su valentía transformándose en estupidez.
— ¿Y si nos vamos mejor a tu habitación?
O podía ser una valiente estúpida.
¡Gracias a Ranko por el avatar!