4/04/2022, 17:05
La morena esperaba apoyada en una pared, mirando al fondo del pasillo por el que bajaban unas escaleras que llevaban a la entrada. Tenía una mirada completamente distinta a cuando se la encontró el día anterior. Era cierto que seguía teniendo ojeras, pero ahora no parecían tan marcadas, su palida piel parecía tener un color menos enfermizo y sus ojos brillaban con los destellos de la ilusión y los sueños que tenía en antaño.
Ladearía la cabeza, y al ver de reojo a Hana se giraría por completo avanzando hacia ella, tropezándose con uno de sus propios pies momentáneamente, pero no llegando a más que un par de pequeños peligrosos pasos con los que retomó el equilibrio. Río avergonzada ante su tropiezo.
— ¡V-Vamos, me muero de hambre!
Ren parecía una cachorrita que se sacudía completamente emocionada porque su dueña había vuelto a casa, y estaban a punto de dar un largo paseo del que volvería completamente exhausta.
Ladearía la cabeza, y al ver de reojo a Hana se giraría por completo avanzando hacia ella, tropezándose con uno de sus propios pies momentáneamente, pero no llegando a más que un par de pequeños peligrosos pasos con los que retomó el equilibrio. Río avergonzada ante su tropiezo.
— ¡V-Vamos, me muero de hambre!
Ren parecía una cachorrita que se sacudía completamente emocionada porque su dueña había vuelto a casa, y estaban a punto de dar un largo paseo del que volvería completamente exhausta.