9/04/2022, 23:46
(Última modificación: 9/04/2022, 23:49 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
La voz de Hana hizo que se girara casi al momento, ocasión que aprovecho aquel perro para meterle un enorme lametón en su mejilla.
— Si, vam- ¡Oye, eso no vale, no estaba atenta! — Dijo acariciándole la cara como si amasara pan, para después limpiarse la cara con una manga y aceptar con la mano contraria la mano de la rubia para incorporarse.
Durante el trayecto, Ren intento distraer todo lo posible a Hana, quien no parecía muy presente y todavía estaba algo preocupada. Por otro lado, a Ren lo que realmente le preocupaba era que si se subía a ese tren, tal vez no volvería a verla hasta Dios sabe cuando. Quería armarse de valor, evitar pensar en lo que quedaba de tiempo para subirse a ese tren, y confiar en que la negatividad que parecía tener la rubia, era porque se sentía culpable, y no porque estaba tragándola hasta que desapareciera otra vez como el típico amigo pesado. Aunque Ren, podía ser bastante pesada hablando de espadas y tal, evitó aquello.
— Y entonces, resulta que al final era su maestro, que solo quería más poder.
Pero no fue capaz, aunque al menos llegaron a la estación sin que por lo menos ella pensara demasiado en la despedida. Sobre la estación, parecía que algunos trenes se estaban empezando a preparar para salir en menos de una media hora.
— Si, vam- ¡Oye, eso no vale, no estaba atenta! — Dijo acariciándole la cara como si amasara pan, para después limpiarse la cara con una manga y aceptar con la mano contraria la mano de la rubia para incorporarse.
Durante el trayecto, Ren intento distraer todo lo posible a Hana, quien no parecía muy presente y todavía estaba algo preocupada. Por otro lado, a Ren lo que realmente le preocupaba era que si se subía a ese tren, tal vez no volvería a verla hasta Dios sabe cuando. Quería armarse de valor, evitar pensar en lo que quedaba de tiempo para subirse a ese tren, y confiar en que la negatividad que parecía tener la rubia, era porque se sentía culpable, y no porque estaba tragándola hasta que desapareciera otra vez como el típico amigo pesado. Aunque Ren, podía ser bastante pesada hablando de espadas y tal, evitó aquello.
— Y entonces, resulta que al final era su maestro, que solo quería más poder.
Pero no fue capaz, aunque al menos llegaron a la estación sin que por lo menos ella pensara demasiado en la despedida. Sobre la estación, parecía que algunos trenes se estaban empezando a preparar para salir en menos de una media hora.