17/04/2022, 20:57
El precio para nada se veía desorbitado. Era poco más del incentivo extra que recibía al realizar una misión del más bajo rango, es decir que poco más que uno o dos días de trabajo a lo mucho. Por dos reproductores, y varios discos que serían de lo más raro fuera de Ame, pues no estaba nada mal el precio. El Senju tomó la cartera, e inmediatamente pagaría la mercancía que tenía sobre el mostrador.
—Aquí tiene, muchas gracias.
Tras pagar, tomaría todo lo que había comprado, y se dirigiría hacia la chica. Ésta parecía un poco ensimismada, distraída con lo que veía en la tienda. Y no podía culparla, la verdad es que la tienda era fascinante, y eso que el chico no era muy fan de la música.
—Pues listo, ya compré unas cosillas. Unos discos y un par de reproductores de esos... jajaja.
»Yo por mi parte, creo que no necesito comprar nada más. De hecho, creo que incluso voy a llegar justo de tiempo...
Aclaró el chico, en lo que miraba el reloj de su muñeca. Al hacerlo, pudo calmar un poco la angustia de pensar que llegaría tarde, pues aún estaba bien de tiempo. Seguramente incluso Datsue se tomaba más tiempo del que le había dado, pues una quedada con amigos siempre suele alargarse, y más cuando no los ves diariamente...
—Muchas gracias por traerme a ésta tienda, es tremenda. Pero lamentándolo mucho, creo que es hora de que me vaya... Un tipo de negocios como yo, nunca llega tarde. —Se atrevió a bromear, sacándole la lengua.
Para cuando estuviesen fuera de la tienda, el chico se despediría con la mano libre de la chica, alzándola al aire. —Más te vale aparecer por Los Herreros, Jun. Si no te pasas por el Panda, me enfadaré. —Sentenció en una sonrisa.
—Aquí tiene, muchas gracias.
Tras pagar, tomaría todo lo que había comprado, y se dirigiría hacia la chica. Ésta parecía un poco ensimismada, distraída con lo que veía en la tienda. Y no podía culparla, la verdad es que la tienda era fascinante, y eso que el chico no era muy fan de la música.
—Pues listo, ya compré unas cosillas. Unos discos y un par de reproductores de esos... jajaja.
»Yo por mi parte, creo que no necesito comprar nada más. De hecho, creo que incluso voy a llegar justo de tiempo...
Aclaró el chico, en lo que miraba el reloj de su muñeca. Al hacerlo, pudo calmar un poco la angustia de pensar que llegaría tarde, pues aún estaba bien de tiempo. Seguramente incluso Datsue se tomaba más tiempo del que le había dado, pues una quedada con amigos siempre suele alargarse, y más cuando no los ves diariamente...
—Muchas gracias por traerme a ésta tienda, es tremenda. Pero lamentándolo mucho, creo que es hora de que me vaya... Un tipo de negocios como yo, nunca llega tarde. —Se atrevió a bromear, sacándole la lengua.
Para cuando estuviesen fuera de la tienda, el chico se despediría con la mano libre de la chica, alzándola al aire. —Más te vale aparecer por Los Herreros, Jun. Si no te pasas por el Panda, me enfadaré. —Sentenció en una sonrisa.