26/04/2022, 20:58
Kimi no se despegó de su hermana durante un largo rato, escondiendo su cara en su pecho. ¡Mira que no quería llorar! ¡No quería hacerlo! Pero no se esperaba la reacción de su hermana, ni escuchar esas palabras jamás.
Ni su brazo ni su ojo ni ninguna de sus partes sintéticas la habían acomplejado especialmente nunca. Sabía que los necesitaba para sobrevivir, y agradecía los enormes esfuerzos que habían hecho su padre, los médicos y los mecánicos para que los tuviera, pero desde que había sucedido aquello, su hermana la trataba distinto.
La miraba diferente y la trataba diferente, como si en cualquier momento se fuese a romper. Incluso sentía que le hablaba distinto, y entendía por qué lo hacía. Estaba preocupada por ella y Kimi lo entendía, pero no se sentía nada bien. La hacía sentir distinta, distinta a su hermana, al resto del mundo y distinta a sí misma un año atrás, como si fuera otra persona diferente.
Por eso, porque Kimi sintió que aquello quizás estaba cambiando de alguna manera, Chika se encontró con su hermana llorando, aunque solo brotaban lágrimas de su ojo izquierdo.
— Y tú sigues siendo la mejor hermana del mundo... —Le dijo, secándose las lágrimas con su propia camiseta—. ¡Vamos!
Al bajar de nuevo y regresar al comedor, Kimi se mostró avergonzada por haber salido corriendo antes e hizo una reverencia para disculparse.
— Siento haberme ido así antes. —Dijo—. Me había sorprendido mucho y no sabía como reaccionar. Agradezco mucho el gesto, de verdad.
Ni su brazo ni su ojo ni ninguna de sus partes sintéticas la habían acomplejado especialmente nunca. Sabía que los necesitaba para sobrevivir, y agradecía los enormes esfuerzos que habían hecho su padre, los médicos y los mecánicos para que los tuviera, pero desde que había sucedido aquello, su hermana la trataba distinto.
La miraba diferente y la trataba diferente, como si en cualquier momento se fuese a romper. Incluso sentía que le hablaba distinto, y entendía por qué lo hacía. Estaba preocupada por ella y Kimi lo entendía, pero no se sentía nada bien. La hacía sentir distinta, distinta a su hermana, al resto del mundo y distinta a sí misma un año atrás, como si fuera otra persona diferente.
Por eso, porque Kimi sintió que aquello quizás estaba cambiando de alguna manera, Chika se encontró con su hermana llorando, aunque solo brotaban lágrimas de su ojo izquierdo.
— Y tú sigues siendo la mejor hermana del mundo... —Le dijo, secándose las lágrimas con su propia camiseta—. ¡Vamos!
Al bajar de nuevo y regresar al comedor, Kimi se mostró avergonzada por haber salido corriendo antes e hizo una reverencia para disculparse.
— Siento haberme ido así antes. —Dijo—. Me había sorprendido mucho y no sabía como reaccionar. Agradezco mucho el gesto, de verdad.