20/05/2022, 21:56
— Ooooye, tranquila. Esas cosas son peligrosas.
— Y los Oni también. — se giró a mirar a Toshio y al resto, nadie parecía aterrado ni a la defensiva.
Sin embargo, tenía cuernos y escamas. Era un monstruo. Un ser diabólico. Aunque, ¿tal vez era un Oni bueno?
— Espero que las palabras no sean vuestro punto fuerte, porque joder Si, yo soy Ryu. En fin, supongo que sois la ayuda que pedí. Acompañadme.
— Sí...
Respondió Hana a ninguna pregunta. Todavía algo reticente por el secretismo del oni, decidió guardar su arma y seguirlo. Tal vez era solo un malentendido, pero no era como si tener cuernos fuese lo más normal. ¿Acaso no te crecían si eras tan malo como un demonio?
— ¿"Es un oni"? ¿En serio? Yo soy Kurogane Toshio, un gusto.
— Bueno, tenía cuernos y cola. Mi segunda opción era un cococornio, mitad unicornio, mitad cocodrilo y mitad humano. — se dio cuenta de la tontería que acababa de decir y se presentó para borrarlo. — Himura Hana, encantada, Toshio.
Le acepto la mano a sabiendas de que era una forma de saludo. Normalmente usaba reverencias, pero parecía que Toshio era más callejero que formal y debía respetar las costumbres kusajin.
Iría detrás de Toshio a la espera de que su cliente se los intentase comer o les informase, lo que pasase antes.
— Y los Oni también. — se giró a mirar a Toshio y al resto, nadie parecía aterrado ni a la defensiva.
Sin embargo, tenía cuernos y escamas. Era un monstruo. Un ser diabólico. Aunque, ¿tal vez era un Oni bueno?
— Espero que las palabras no sean vuestro punto fuerte, porque joder Si, yo soy Ryu. En fin, supongo que sois la ayuda que pedí. Acompañadme.
— Sí...
Respondió Hana a ninguna pregunta. Todavía algo reticente por el secretismo del oni, decidió guardar su arma y seguirlo. Tal vez era solo un malentendido, pero no era como si tener cuernos fuese lo más normal. ¿Acaso no te crecían si eras tan malo como un demonio?
— ¿"Es un oni"? ¿En serio? Yo soy Kurogane Toshio, un gusto.
— Bueno, tenía cuernos y cola. Mi segunda opción era un cococornio, mitad unicornio, mitad cocodrilo y mitad humano. — se dio cuenta de la tontería que acababa de decir y se presentó para borrarlo. — Himura Hana, encantada, Toshio.
Le acepto la mano a sabiendas de que era una forma de saludo. Normalmente usaba reverencias, pero parecía que Toshio era más callejero que formal y debía respetar las costumbres kusajin.
Iría detrás de Toshio a la espera de que su cliente se los intentase comer o les informase, lo que pasase antes.