27/05/2022, 10:19
La leve sonrisa de Ren fue ensanchándose por momentos, a la vez que su corazón se calentaba ante aquella respuesta tan esperada.
— Ai, Ohime-sama — su rubor pasó a ser uno más dulce, como un suave maquillaje sobre sus mejillas, mientras hacia una breve reverencia que hizo que uno de sus mechones se pusiera por delante de su oreja, lo recogió detrás de esta con gentileza con el lateral de un par de los dedos de una de sus manos, mientras seguía sonriendo a Hana—. Por favor, espere un momento. Haré su pedido tan rápido como pueda.
Tomó su bandeja contra su pecho en dirección al interior del local, con una tonta sonrisa que era incapaz de borrar de su rostro. Sus ojos brillaban con intensidad, como unos zafiros completamente puros a los que les habían sacado brillo; adornado por una suave rojez en su rostro.
Cuando Ren se acercó, el resto de chicas se alteró intentando disimular sus tareas. Era demasiado obvio, pero Ren estaba completamente embobada como para darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor.
— Quiere un menú de princesa de chocolate. ¿Nos quedan coronas?
— O-Oh s-sí. Deben de estar en la despensa
Llevaban un dia y las horas que llevaban de aquel dia trabajando con Ren, y todavía les faltaba casi una semana por delante. Pero el humor y el aura de la chica parecía haber cambiado por completo; esbozaba inconscientemente una cálida y simple sonrisa que parecía destacar más de lo normal en su rostro.
— Ai, Ohime-sama — su rubor pasó a ser uno más dulce, como un suave maquillaje sobre sus mejillas, mientras hacia una breve reverencia que hizo que uno de sus mechones se pusiera por delante de su oreja, lo recogió detrás de esta con gentileza con el lateral de un par de los dedos de una de sus manos, mientras seguía sonriendo a Hana—. Por favor, espere un momento. Haré su pedido tan rápido como pueda.
Tomó su bandeja contra su pecho en dirección al interior del local, con una tonta sonrisa que era incapaz de borrar de su rostro. Sus ojos brillaban con intensidad, como unos zafiros completamente puros a los que les habían sacado brillo; adornado por una suave rojez en su rostro.
Cuando Ren se acercó, el resto de chicas se alteró intentando disimular sus tareas. Era demasiado obvio, pero Ren estaba completamente embobada como para darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor.
— Quiere un menú de princesa de chocolate. ¿Nos quedan coronas?
— O-Oh s-sí. Deben de estar en la despensa
Llevaban un dia y las horas que llevaban de aquel dia trabajando con Ren, y todavía les faltaba casi una semana por delante. Pero el humor y el aura de la chica parecía haber cambiado por completo; esbozaba inconscientemente una cálida y simple sonrisa que parecía destacar más de lo normal en su rostro.