28/05/2022, 05:48
Ryutaro, estaba escuchando cada palabra. Oh, estaba mucho más cerca, de lo que las kunoichis creían. «¿¡Pero qué les enseñan en la academia ahora!? Yui-sama siempre fue una madre para todos los hijos de la Tormenta, ¿y acaso este trío ni siquiera puede mostrar un mínimo ápice de consideración?» Se estaba aguantando unas ganas enormes de salir de su escondite. Pero entonces, empezaron a farfullar de él. ¿Él, llegar tarde? Quería zapatear el piso, pero no podía sin delatar su posición. «¿Cómo es que han permitido que esto me suceda a mi?» Jamás había entrenado genins, en realidad. Y estaba empezando a dudar severamente de sus aptitud como sensei, siendo que no pintaba nada bien la situación.
—¿¡Pero qué clase de lenguaje soez les han enseñado en sus casas, eh!?— La voz provenía de bastante cerca, siendo que las chicas podrían escucharlo como si no estuviera a más de unos metros de ellas. —Tienen cero consideración a los demás. ¿No pueden pensar en "Oh, sensei no ha venido, ¿quizá le sucedió algo que le atrasó en el camino?" No, en su lugar lo primero que han hecho es echar peste. ¿Son así todo el tiempo en la vida? AHHHHHHH Los genin de hoy en día ya no son como los de antes, HUUUUUUUUH — Aquel último suspiro fue bastante quejumbroso.
Pero pese a que estaba muy cerca la fuente de la voz, no parecía haber ningún lugar visible para esconderse en esa caja de arena gigante.
—Y sí, he estado aquí toooooodo el rato, escuchando. Esperaba ponerlas a prueba para ver que tal se llevaban de forma natural sin que yo las presionara para convivir. ¡Y lo primero que han hecho es confabularse en mi contra! Tú no eh Moguko, tú muy bien. ¡Pero ehhhhhh! Si hablan así a las espaldas de alguien creyendo que no les escuchan, ¿qué confianza esperan que tenga luego con ustedes? — Esperaría a que alguna de las chicas respondiera.
Seguía escondido, esperando.
—¿¡Pero qué clase de lenguaje soez les han enseñado en sus casas, eh!?— La voz provenía de bastante cerca, siendo que las chicas podrían escucharlo como si no estuviera a más de unos metros de ellas. —Tienen cero consideración a los demás. ¿No pueden pensar en "Oh, sensei no ha venido, ¿quizá le sucedió algo que le atrasó en el camino?" No, en su lugar lo primero que han hecho es echar peste. ¿Son así todo el tiempo en la vida? AHHHHHHH Los genin de hoy en día ya no son como los de antes, HUUUUUUUUH — Aquel último suspiro fue bastante quejumbroso.
Pero pese a que estaba muy cerca la fuente de la voz, no parecía haber ningún lugar visible para esconderse en esa caja de arena gigante.
—Y sí, he estado aquí toooooodo el rato, escuchando. Esperaba ponerlas a prueba para ver que tal se llevaban de forma natural sin que yo las presionara para convivir. ¡Y lo primero que han hecho es confabularse en mi contra! Tú no eh Moguko, tú muy bien. ¡Pero ehhhhhh! Si hablan así a las espaldas de alguien creyendo que no les escuchan, ¿qué confianza esperan que tenga luego con ustedes? — Esperaría a que alguna de las chicas respondiera.
Seguía escondido, esperando.