1/06/2022, 20:54
Ni siquiera aquella actitud irritante y mandona podían sacarla de su embotellamiento. En cualquier otra ocasión, seguramente ella le hubiera respondido de mala manera o tal vez le hubiera dicho que no debe comportarse así. Pero Ren estaba viviendo con tanta intensidad aquella fantasía como lo estaba haciendo Hana. Cogió un cuchillo y un tenedor, y cortó un trozo del gofre tan pequeño que apenas necesitaría abrir un poco la boca para comerlo, lo rebañó con cuidado y después lo llevo hasta la rubia, posando una mano por debajo para evitar que nada del chocolate manchara.
— Seguro que le gusta, Hime-sama. Lo he hecho pensando en usted, con todo mi cariño y amor —sus ojos se entrecerraron recalcando su brillo azulado natural, y su sonrisa se ensanchó un poco.
— Seguro que le gusta, Hime-sama. Lo he hecho pensando en usted, con todo mi cariño y amor —sus ojos se entrecerraron recalcando su brillo azulado natural, y su sonrisa se ensanchó un poco.