6/06/2022, 12:47
No era del todo la respuesta que esperaba por su parte, pero haber visto como se había quedado prácticamente en shock y como se le fundían los cables seguidos de un rubor tan obvio que hasta Ren podía darse cuenta, fue más que suficiente. Se llevó una mano a la boca para tapar su risa con un falso disimulo.
— Oh, si es cierto. Perdóneme Hime-sama, ya sabe que llevo poco tiempo en la casa y... Estoy haciendo mi mayor esfuerzo para contentarla — dijo posando la cuchara sobre la mesa para mirarla a los ojos sin pestañear, como si estuviera mirando a un horizonte amarillento que estaba atardeciendo —. Le prometo que no volverá a pasar, me esforzaré todo lo posible. Al fin y al cabo, si voy a pasar el resto de mis días con usted como sirvienta, haré todo lo que esté en mi mano para que Hana-sama sea feliz.
Ninguna de esas palabras podría habérselas dicho a ningún cliente, ni aunque estuviera toda la vida trabajando en aquella cafetería. Esas eran solo, y exclusivamente, destinadas para aquella chica rubia por la que pedía la cabeza y el corazón.
— Oh, si es cierto. Perdóneme Hime-sama, ya sabe que llevo poco tiempo en la casa y... Estoy haciendo mi mayor esfuerzo para contentarla — dijo posando la cuchara sobre la mesa para mirarla a los ojos sin pestañear, como si estuviera mirando a un horizonte amarillento que estaba atardeciendo —. Le prometo que no volverá a pasar, me esforzaré todo lo posible. Al fin y al cabo, si voy a pasar el resto de mis días con usted como sirvienta, haré todo lo que esté en mi mano para que Hana-sama sea feliz.
Ninguna de esas palabras podría habérselas dicho a ningún cliente, ni aunque estuviera toda la vida trabajando en aquella cafetería. Esas eran solo, y exclusivamente, destinadas para aquella chica rubia por la que pedía la cabeza y el corazón.