22/06/2022, 21:22
Por las calles de Amegakure, una joven kunoichi corría a toda velocidad esquivando transeúntes y saltando de bote en bote mientras se veía rodeada por una leve capa de electricidad. Junto a ella estaba su hermana mayor, Kaminari Chika, a quien no le había soltado la mano en ningún momento.
— ¡Vamos a llegar tarde, Ka-chan!
Durante los pocos días que habían tenido juntas, Chika había aprendido bastante de aquella chica que tanto se parecía a Kimi. La más importante de todas las cosas que había descubierto era que se consideraba a sí misma la mayor fan de Suzume, así que probablemente pudo comprender las prisas que llevaba para llegar a su función.
Al llegar finalmente fuera del local, la chica se inclinó y puso las manos en las rodillas mientras recuperaba el aliento. Por suerte, todavía no se escuchaba música viniendo desde dentro. Luego de tomarse un segundos para respirar, acabó por erguirse y cancelar su técnica para arreglarse el pelo con las manos.
— ¿Cómo me veo? —Le preguntó, sonriendo.
Mojada. Se veía mojada.