26/06/2022, 11:07
La morena suspiró, apoyando los codos sobre la barra y poniendo las manos en su frente. Estaba físicamente agotada y mentalmente también un poco. Tanto ejercicio continuo para prepararse y dejar atrás aquella deprimente imagen y ser que era al menos tenía su parte buena, y es que los ánimos poco a poco volvían a ella, forjando una nueva autoestima. Debía empezar poco a poco, haciendo entrenamientos cortos y sin esforzarse demasiado. Pero era más testaruda que una mula, y desde que empezó se daba unas palizas horribles hasta el punto de haber llegado a desmayarse en alguna ocasión.
Sin embargo, tenía que hacerlo, no podía dejar que su novia fuera a la guerra a darlo todo y ella se quedara lamentando por no haber dado todo de sí. Si al final moría entre las filas de soldados, al menos sabría que había hecho todo lo posible por dar el cien por cien de ella en combate.
Suspiró, y sonrió con las manos tapando su boca pensando en Hana. Mañana le dolería todo el cuerpo por las agujetas, pero era capaz de soportar al menos uno o dos días así. Tomó la botella de cristal para verterla en el vaso que le habían dado, y si no llega a ser por el frío hubiera sido capaz de beber algo más del tirón sin haber tenido un pequeño espasmo similar al hipo por el gas.
Después miró al escenario, el cual parecía estar a punto para las funciones. Podía quedarse allí mismo en la barra para verlo, pero debería estar continuamente con el cuello torcido para ello. Además, aparte de las mesas centrales, los laterales del edificio tenían zonas redondas con asientos acolchados y una mesa en el centro. Definitivamente un asiento más suave donde posar su trasero era lo que necesitaba ahora. Pudo ver uno vacío que no estaba demasiado alejado del escenario, y es que aunque había gente no estaba a rebosar el local. O por lo menos por ahora.
— Estaré allí — dijo con un simple gesto de su pulgar para levantarse en esa dirección, cogiendo su bebida y bolsa.
Una vez llegara dejaría sobre el alargado y circular asiento sus pertenencias y se sentaría, deslizándose en el sitio y quedando sentada de mala manera, dejando escapar un suspiro aliviado.
Sin embargo, tenía que hacerlo, no podía dejar que su novia fuera a la guerra a darlo todo y ella se quedara lamentando por no haber dado todo de sí. Si al final moría entre las filas de soldados, al menos sabría que había hecho todo lo posible por dar el cien por cien de ella en combate.
Suspiró, y sonrió con las manos tapando su boca pensando en Hana. Mañana le dolería todo el cuerpo por las agujetas, pero era capaz de soportar al menos uno o dos días así. Tomó la botella de cristal para verterla en el vaso que le habían dado, y si no llega a ser por el frío hubiera sido capaz de beber algo más del tirón sin haber tenido un pequeño espasmo similar al hipo por el gas.
Después miró al escenario, el cual parecía estar a punto para las funciones. Podía quedarse allí mismo en la barra para verlo, pero debería estar continuamente con el cuello torcido para ello. Además, aparte de las mesas centrales, los laterales del edificio tenían zonas redondas con asientos acolchados y una mesa en el centro. Definitivamente un asiento más suave donde posar su trasero era lo que necesitaba ahora. Pudo ver uno vacío que no estaba demasiado alejado del escenario, y es que aunque había gente no estaba a rebosar el local. O por lo menos por ahora.
— Estaré allí — dijo con un simple gesto de su pulgar para levantarse en esa dirección, cogiendo su bebida y bolsa.
Una vez llegara dejaría sobre el alargado y circular asiento sus pertenencias y se sentaría, deslizándose en el sitio y quedando sentada de mala manera, dejando escapar un suspiro aliviado.