20/07/2022, 17:19
Para cuando las risas cesaron, ambas se quedaron una sonrisa en los labios y el silencio de la sala. No era uno incómodo o molesto, sino uno extrañamente cálido y suave, como el breve beso que compartieron. Después, la mano de Ranko termino de desplazarse de su hombro sin soltarla, para seguirla sin soltarla hasta que pasara un buen rato y lo hicieran de forma inconsciente. Ranko se adelantó un par de pasos al saber por donde desplazarse, y Lyndis lo aprovechó para mirarla una vez más como si fuera la última.
Estaba radiante, era preciosa y deseaba mantener esa imagen en la retina de sus ojos por siempre. Tal vez, solo había nacido para poder conocerla, pensó. Esbozó una tonta sonrisa ante aquel fugaz pensamiento.
Fuera cual fuera su cometido en esta vida, lucharía en esa guerra hasta su último aliento si a cambio podía protegerla.
Estaba radiante, era preciosa y deseaba mantener esa imagen en la retina de sus ojos por siempre. Tal vez, solo había nacido para poder conocerla, pensó. Esbozó una tonta sonrisa ante aquel fugaz pensamiento.
Fuera cual fuera su cometido en esta vida, lucharía en esa guerra hasta su último aliento si a cambio podía protegerla.
¡Gracias a Ranko por el avatar!