14/02/2016, 00:33
(Última modificación: 14/02/2016, 00:36 por Amedama Daruu.)
Caminaba lento, seguro, sabiéndose ganador de una victoria que le llevaría irremediablemente a la celebración de una segunda ronda en la que podría, tal vez, enfrentarse a Ayame y cumplir su deseo de hacerle perder la apuesta a Zetsuo. «He tenido que llegar muy lejos, sin embargo... Hubiera sido preferible utilizar el Rasengan por sorpresa contra Ayame. Ay, puedo imaginarme la cara de ese viejo...» Pero el daño estaba hecho ya. Se volvió a acariciar la cicatriz y cerró los ojos, deteniéndose un momento. «¿Todos los participantes serán tan buenos como Nabi? Me ha costado un infierno...»
Y sin embargo, allí estaba el rubio. El vientre bastante dañado, una columna de humo serpenteaba, ascendente, de su magullada piel.
«¿Huh?»
Nabi intentó levantarse, pero no pudo con el esfuerzo y cayó de rodillas. Apoyó una mano en el suelo. Daruu se detuvo y se puso en guardia. La primera vez se había confiado. Era obvio que ahora estaba mucho más perjudicado que antes, pero la cicatriz por la que se había enfurecido tanto se la habían hecho por confiarse en primer lugar, así que no pensaba cometer el error por segunda vez.
«¿Cuándo...?»
Maldito Uchiha. Había aprovechado su estado de debilidad para ocultar unos sellos. Nabi se había impulsado y le había lanzado a sus pies una pequeña bola de fuego que, sin embargo, se movía a toda velocidad hacia su posición.
«¿Qué quedó de aquella gigantesca bola de fuego? Bah, es sólo un diminuto ascua...»
Hizo tres sellos, y expelió la versión más sencilla del Mizurappa que tanto conocía y usaba con frecuencia. Aquél día, Daruu aprendió un grave error: subestimar una técnica cuando no la conoces.
Menos mal que lanzó la técnica y mitigó un poco los efectos, sin embargo, porque si no, se habría convertido en un cadáver chamuscado. El agua se evaporó ante la pequeña esfera y ésta impactó en el suelo. Daruu quiso saltar, pero era demasiado tarde, y la esfera, que resultó ser una bomba inestable cargada de fuego, explotó en un círculo mortal de lenguas de flama que le envolvió y lo expulsó, hecho un amasijo de carne tostada, más allá de diez metros, casi tocando la pared del estadio.
¿Habían pasado dos segundos, o dos minutos? ¿Dos... horas? Daruu se levantó, con la piel encarnizadamente dolorida, y dio unos pasos temblorosos hacia donde estaba Nabi. No sabía si estaba de pie, o todavía tumbado, porque veía borroso.
—He... ¿ganado? O he... ¿perdido?
«Me importa... ¿ganar?». El rostro de Zetsuo se cruzó por su mente. «Joder... si no gano, me lo va a restregar toda la vida»
Dio un paso más.
· PV:–
· CK:–
· Dignidad:–
· Portaobjetos: Bomba de humo, Kunai
· Mokubuki sin gasto: Kunai, Shuriken (x2)
Y sin embargo, allí estaba el rubio. El vientre bastante dañado, una columna de humo serpenteaba, ascendente, de su magullada piel.
«¿Huh?»
Nabi intentó levantarse, pero no pudo con el esfuerzo y cayó de rodillas. Apoyó una mano en el suelo. Daruu se detuvo y se puso en guardia. La primera vez se había confiado. Era obvio que ahora estaba mucho más perjudicado que antes, pero la cicatriz por la que se había enfurecido tanto se la habían hecho por confiarse en primer lugar, así que no pensaba cometer el error por segunda vez.
«¿Cuándo...?»
Maldito Uchiha. Había aprovechado su estado de debilidad para ocultar unos sellos. Nabi se había impulsado y le había lanzado a sus pies una pequeña bola de fuego que, sin embargo, se movía a toda velocidad hacia su posición.
«¿Qué quedó de aquella gigantesca bola de fuego? Bah, es sólo un diminuto ascua...»
Hizo tres sellos, y expelió la versión más sencilla del Mizurappa que tanto conocía y usaba con frecuencia. Aquél día, Daruu aprendió un grave error: subestimar una técnica cuando no la conoces.
Menos mal que lanzó la técnica y mitigó un poco los efectos, sin embargo, porque si no, se habría convertido en un cadáver chamuscado. El agua se evaporó ante la pequeña esfera y ésta impactó en el suelo. Daruu quiso saltar, pero era demasiado tarde, y la esfera, que resultó ser una bomba inestable cargada de fuego, explotó en un círculo mortal de lenguas de flama que le envolvió y lo expulsó, hecho un amasijo de carne tostada, más allá de diez metros, casi tocando la pared del estadio.
¿Habían pasado dos segundos, o dos minutos? ¿Dos... horas? Daruu se levantó, con la piel encarnizadamente dolorida, y dio unos pasos temblorosos hacia donde estaba Nabi. No sabía si estaba de pie, o todavía tumbado, porque veía borroso.
—He... ¿ganado? O he... ¿perdido?
«Me importa... ¿ganar?». El rostro de Zetsuo se cruzó por su mente. «Joder... si no gano, me lo va a restregar toda la vida»
Dio un paso más.
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· PV:
13/90
-60
–· CK:
48/140
-12
–· Dignidad:
5/100
· Portaobjetos: Bomba de humo, Kunai
· Mokubuki sin gasto: Kunai, Shuriken (x2)
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)