14/02/2016, 02:02
(Última modificación: 14/02/2016, 02:08 por Amedama Daruu.)
La imagen borrosa se estabilizó y vió a un Nabi dolorido pero seguro de sí mismo. Sin embargo, su cuerpo estaba demasiado magullado como para intentar nada contra él. Daruu se cubrió, levantando unos brazos temblorosos que casi no podían ni sostenerse por sí mismos.
—Deja... de... pele... ar... —dijo al aire, como si estuviera maldiciéndole por no rendirse, por no dejarle ganar... Por no dejarle...
El cuerpo de Nabi cayó hacia atrás, y el rubio quedó tumbado boca arriba.
«...¿ganar?»
Se acarició la cicatriz y soltó una pequeña y silenciosa carcajada mientras el público le hacía ovaciones.
¿Lo era? ¿Era suficientemente importante ganar? ¿Valía la pena seguir dando todo el espectáculo? Si se retiraba ahora, tendría tiempo de entrenar, más que si tuviera que participar en las siguientes rondas. Tendría tiempo para hacerse más fuerte. Aquél Uchiha Nabi había demostrado ser muy capaz, y ahora se sentía un poco intimidado. En la academia, siempre lo había tenido más fácil.
«No. Lo de Zetsuo sólo es... una estúpida apuesta de nuestros padres. Sólo es...»
A quién iba a engañar. Era importante para él. Pero... «Hay algo mucho más importante».
—Te enseñaré, cachorro. Llega a chunin, y te enseñaré. Te enseñaré a entenderte con la tierra y con el cielo. Te enseñaré el mensaje de la luna, esa que llevas colgada del cuello. Y te enseñaré a aullar como un día le enseñé a tu madre.
Sonrió, dio un paso, trastabilló y se desvió un poco a la izquierda. Cayó de cara al suelo, al lado de Nabi, derrotado.
Sus dedos formulaban el sello del tigre, el de la Reconciliación. Y se juntaban con los del rubio, extendido a su lado.
—Ser tu "rival" es agotador, Nabi. —Cerró los ojos, y disfrutó de la ovación de la gente.
Habían dado un buen espectáculo.
Ambos habían ganado.
—Deja... de... pele... ar... —dijo al aire, como si estuviera maldiciéndole por no rendirse, por no dejarle ganar... Por no dejarle...
El cuerpo de Nabi cayó hacia atrás, y el rubio quedó tumbado boca arriba.
«...¿ganar?»
Se acarició la cicatriz y soltó una pequeña y silenciosa carcajada mientras el público le hacía ovaciones.
«¿Es la victoria lo verdaderamente importante?»
¿Lo era? ¿Era suficientemente importante ganar? ¿Valía la pena seguir dando todo el espectáculo? Si se retiraba ahora, tendría tiempo de entrenar, más que si tuviera que participar en las siguientes rondas. Tendría tiempo para hacerse más fuerte. Aquél Uchiha Nabi había demostrado ser muy capaz, y ahora se sentía un poco intimidado. En la academia, siempre lo había tenido más fácil.
«No. Lo de Zetsuo sólo es... una estúpida apuesta de nuestros padres. Sólo es...»
A quién iba a engañar. Era importante para él. Pero... «Hay algo mucho más importante».
—Te enseñaré, cachorro. Llega a chunin, y te enseñaré. Te enseñaré a entenderte con la tierra y con el cielo. Te enseñaré el mensaje de la luna, esa que llevas colgada del cuello. Y te enseñaré a aullar como un día le enseñé a tu madre.
Sonrió, dio un paso, trastabilló y se desvió un poco a la izquierda. Cayó de cara al suelo, al lado de Nabi, derrotado.
Sus dedos formulaban el sello del tigre, el de la Reconciliación. Y se juntaban con los del rubio, extendido a su lado.
—Ser tu "rival" es agotador, Nabi. —Cerró los ojos, y disfrutó de la ovación de la gente.
Habían dado un buen espectáculo.
Ambos habían ganado.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)