22/10/2022, 02:08
— ¡Yo te buscaré entre la audiencia, entonces! —Le dijo Suzume—. ¡Especialmente a ti, porque eres la fan a la que más quiero en el mundo!
La sobrecarga de amor que atacó a Miki fue tal que ya estaba empezando a escuchar cosas que la idol realmente no estaba diciendo, pero que para ella era algo completamente cierto, solo que Suzume no se lo podía decir en voz alta. Suerte que la pequeña sabía leer entre líneas. En las líneas que ella misma escribía e interpretaba, claro.
— ¿En serio? —Le preguntó, con un brillo especial en los ojos.
Poco después pudo sentir la mano de su hermana en su hombro. Era momento de irse.
— Pero no quiero... —Se quejó, pero aún así obedeció.
Dio un paso hacia atrás, abrazando el pergamino que le habían firmado, antes de agradecerle a su idol favorita el tiempo que le habían prestado. Con una enorme sonrisa en el rostro, se giró junto a su hermana para retirarse, momento en el que se encontraron con una chica alta que también venía a buscar un abrazo de Suzume.
Su sonrisa desapareció. Suzume no podría verlo, porque estaba de espaldas, pero se había quedado mirando a la chica nueva con el ceño fruncido. No le diría ni le haría nada, claro, entendía que el resto de personas podían quererla también e incluso podían querer pedirle un abrazo, pero... no le gustaba.
No le gustaba nada.
La sobrecarga de amor que atacó a Miki fue tal que ya estaba empezando a escuchar cosas que la idol realmente no estaba diciendo, pero que para ella era algo completamente cierto, solo que Suzume no se lo podía decir en voz alta. Suerte que la pequeña sabía leer entre líneas. En las líneas que ella misma escribía e interpretaba, claro.
— ¿En serio? —Le preguntó, con un brillo especial en los ojos.
Poco después pudo sentir la mano de su hermana en su hombro. Era momento de irse.
— Pero no quiero... —Se quejó, pero aún así obedeció.
Dio un paso hacia atrás, abrazando el pergamino que le habían firmado, antes de agradecerle a su idol favorita el tiempo que le habían prestado. Con una enorme sonrisa en el rostro, se giró junto a su hermana para retirarse, momento en el que se encontraron con una chica alta que también venía a buscar un abrazo de Suzume.
Su sonrisa desapareció. Suzume no podría verlo, porque estaba de espaldas, pero se había quedado mirando a la chica nueva con el ceño fruncido. No le diría ni le haría nada, claro, entendía que el resto de personas podían quererla también e incluso podían querer pedirle un abrazo, pero... no le gustaba.
No le gustaba nada.