3/11/2022, 23:30
Odorihime rió bastante.
—¡Oi, oi, que no vas a blandir un bajo cual espada! ¿En serio tanto entrenas? —casi sin querer, la peliverde dirigió la mirada a los brazos de Ren —. Necesitas fuerza en los dedos, más que nada, ¿No, Shao? Si quieres golpear con fuerza, mejor la batería.
La peliazul asintió.
—Así es. Ahm... Yo tengo uno de repuesto, aunque... —se inclinó hacia Odorihime para susurrarle algo que Ren apenas alcanzaría a escuchar, eso si prestaba atención —. Odorihime-san, no creo que sea buena idea prestarle algo así a una desconocida...
—Vamos, préstaselo —le susurró de vuelta Odorihime entre dientes, casi amenazante. Luego sonrió hacia Ren —. ¡No te preocupes! Seguro que Shao-chan te lo presta, ja ja.
Shao se veía preocupada, aunque sonrió nerviosa.
—¿Eh? ¿Qué pasa, espadachina-san? —preguntó con leve preocupación al verla quedarse quieta.
—¿Pajarito? —Suzume rió y levantó las manos —. Miki-chan, decirme así es algo apresurado, ¿No crees? —Lo dijo entre risas, pues su nombre también es el de un ave, sin darse cuenta de que la petición de Miki era para la pelirrosa.
Tsubame se tensó visiblemente, y abrazó a Suzume con más fuerza. No la suficiente como para hacerle daño, simplemente parecía un abrazo más emotivo que de costumbre. No reaccionó a la amenaza de Miki.
—¿Algo raro? ¿Como qué, Chika-san? —preguntó la idol, un tanto preocupada ahora —. Sólo escucho a Odorihime-san coqueteando y...
—¡HEEY!
Suzume soltó una risita.
—¿Sonó a algo peligroso? Uhm... Tsubame-chan, fue un grandioso abrazo, pero ¿Puedes soltarme un momento?
—Sí. U-un momento...
Pero la pelirrosa no aflojó sus brazos.
—¡Oi, oi, que no vas a blandir un bajo cual espada! ¿En serio tanto entrenas? —casi sin querer, la peliverde dirigió la mirada a los brazos de Ren —. Necesitas fuerza en los dedos, más que nada, ¿No, Shao? Si quieres golpear con fuerza, mejor la batería.
La peliazul asintió.
—Así es. Ahm... Yo tengo uno de repuesto, aunque... —se inclinó hacia Odorihime para susurrarle algo que Ren apenas alcanzaría a escuchar, eso si prestaba atención —. Odorihime-san, no creo que sea buena idea prestarle algo así a una desconocida...
—Vamos, préstaselo —le susurró de vuelta Odorihime entre dientes, casi amenazante. Luego sonrió hacia Ren —. ¡No te preocupes! Seguro que Shao-chan te lo presta, ja ja.
Shao se veía preocupada, aunque sonrió nerviosa.
—¿Eh? ¿Qué pasa, espadachina-san? —preguntó con leve preocupación al verla quedarse quieta.
—¿Pajarito? —Suzume rió y levantó las manos —. Miki-chan, decirme así es algo apresurado, ¿No crees? —Lo dijo entre risas, pues su nombre también es el de un ave, sin darse cuenta de que la petición de Miki era para la pelirrosa.
Tsubame se tensó visiblemente, y abrazó a Suzume con más fuerza. No la suficiente como para hacerle daño, simplemente parecía un abrazo más emotivo que de costumbre. No reaccionó a la amenaza de Miki.
—¿Algo raro? ¿Como qué, Chika-san? —preguntó la idol, un tanto preocupada ahora —. Sólo escucho a Odorihime-san coqueteando y...
—¡HEEY!
Suzume soltó una risita.
—¿Sonó a algo peligroso? Uhm... Tsubame-chan, fue un grandioso abrazo, pero ¿Puedes soltarme un momento?
—Sí. U-un momento...
Pero la pelirrosa no aflojó sus brazos.