3/11/2022, 23:42
Por la emoción (y definitivamente no por el miedo) inicial, Suzume tardó en reconocer a dos de las chicas. Una era una morena que, si no mal recordaba, se había pasado un largo rato charlando con Odorihime, su compañera de banda. Ahora que la veía con más detenimiento, le recordaba a Saki, su guardiana. La otra era una chica de piel morena, aunque se notaba distinta. Uno de sus ojos era rojo. No, claramente recordaría haber conocido a alguien de ojos rojos.
—N-no, yo... Yo los respeto —le contestó Suzume. Sí, ella buscaba un reto, pero no iba a ir por allí pateando tumbas y gritando. Parecía que la chica del ojo rojo y una chica de elegante vestido sabían de qué iba la cosa, así que se dispuso a seguirles.
Ante la mención de "algo tenebroso" y "algo terrible", Suzume tembló de pies a cabeza. Normalmente abrazaría a Saki al tener miedo, pero ella no estaba allí.
—Y-yo... Ayudaré en lo que sea necesario. S-sí. Respeto y apoyo, sí.
Se notaba a leguas que estaba nerviosa.
—N-no, yo... Yo los respeto —le contestó Suzume. Sí, ella buscaba un reto, pero no iba a ir por allí pateando tumbas y gritando. Parecía que la chica del ojo rojo y una chica de elegante vestido sabían de qué iba la cosa, así que se dispuso a seguirles.
Ante la mención de "algo tenebroso" y "algo terrible", Suzume tembló de pies a cabeza. Normalmente abrazaría a Saki al tener miedo, pero ella no estaba allí.
—Y-yo... Ayudaré en lo que sea necesario. S-sí. Respeto y apoyo, sí.
Se notaba a leguas que estaba nerviosa.