8/11/2022, 19:06
La pelirroja asintió y le dedicó una breve reverencia a la chica de los ojos heterocromáticos.
—¡Un gusto en conocerte, Kaminari...! ¡Hey! ¡Yo te he visto antes, sí! Tu nombre me suena bastante y... Uhm... —Suzume puso un dedo en sus labios, como callándose a sí misma por un momento—Te recuerdo distinta. ¿No era tu hermana la que tenía ojos de distinto color? Disculpa, no quiero ser indiscreta... Me llamo Suzume, Murakisho Suzume.
Ahora le dedicó una reverencia a cada una de las chicas.
Les siguió, con evidentes nervios. A la mujer de la entrada le pareció aliviar que fuesen shinobis, y Suzume se preguntó por qué. No es como si fuesen a pelear contra fantasmas, ¿Verdad? ¿¿Verdad??
—¡S-sí! Ayudaremos en lo posible. —dijo con tono dudoso. Suzume intentaría ir en medio del grupo: no quedarse atrás, pero tampoco abrir el camino. Reaccionó con leve espanto ante la conversación de la morena —. ¡Ah! Qui-quiero decir... U-una kunoichi tiene que esforzarse para hacer el bien... I-incluso si es en un... Lugar así... —Suzume miraba en derredor, preocupada. Entonces cayó en cuenta de que la chica se había referido a ella de manera directa, por su nombre, a secas. No le parecía mal, simplemente le era raro. —. Oh, y tú eres... ¿Ren? Recuerdo que Odorihime-san se la pasó platicando contigo.
El hablar parecía calmar a Suzume.
—¡Un gusto en conocerte, Kaminari...! ¡Hey! ¡Yo te he visto antes, sí! Tu nombre me suena bastante y... Uhm... —Suzume puso un dedo en sus labios, como callándose a sí misma por un momento—Te recuerdo distinta. ¿No era tu hermana la que tenía ojos de distinto color? Disculpa, no quiero ser indiscreta... Me llamo Suzume, Murakisho Suzume.
Ahora le dedicó una reverencia a cada una de las chicas.
Les siguió, con evidentes nervios. A la mujer de la entrada le pareció aliviar que fuesen shinobis, y Suzume se preguntó por qué. No es como si fuesen a pelear contra fantasmas, ¿Verdad? ¿¿Verdad??
—¡S-sí! Ayudaremos en lo posible. —dijo con tono dudoso. Suzume intentaría ir en medio del grupo: no quedarse atrás, pero tampoco abrir el camino. Reaccionó con leve espanto ante la conversación de la morena —. ¡Ah! Qui-quiero decir... U-una kunoichi tiene que esforzarse para hacer el bien... I-incluso si es en un... Lugar así... —Suzume miraba en derredor, preocupada. Entonces cayó en cuenta de que la chica se había referido a ella de manera directa, por su nombre, a secas. No le parecía mal, simplemente le era raro. —. Oh, y tú eres... ¿Ren? Recuerdo que Odorihime-san se la pasó platicando contigo.
El hablar parecía calmar a Suzume.